SUCESOS
El acusado de matar a su expareja con una maza, condenado a 18 años de cárcel
El acusado de matar a su expareja tras golpearle con una maza en la cabeza en Boñar (León), Alberto L., será condenado a 18 años de cárcel por asesinato con alevosía, tras haber reconocido los hechos de los que se le acusa y haber pedido todas las partes la imposición de la misma condena.
El juicio se ha celebrado hoy en la Audiencia Provincial de León y, aunque el jurado se ha reunido a deliberar porque así lo establece la ley, la condena será de conformidad y de 18 años de cárcel por asesinato con alevosía, según fuentes jurídicas.
El acusado, que cuando ocurrieron los hechos tenía 37 años, ha admitido que el 1 de octubre de 2012 se desplazó a Boñar, donde vivía su expareja, que tenía 29 años, esperó en el portal de su casa detrás de la puerta, con un cuchillo y una maza, y la golpeó con esta última en la cabeza.
En el juicio, el acusado ha reconocido que mantuvo una relación con la víctima desde octubre de 2011 hasta junio de 2012, que vivieron juntos en la localidad leonesa de Cistierna, a unos veinte kilómetros de Boñar, y que su expareja rompió con él, porque "discutían", una decisión que "no" le "venía muy bien", según ha dicho en la vista.
Ha explicado que le mandaba mensajes para que regresara con él y que su expareja primero se fue a vivir con un hermano en la misma localidad en la que estuvieron juntos, en Cistierna, pero que luego cambió su residencia a Boñar, donde encontró trabajo en una tienda de ropa.
El acusado ha precisado que se desplazó a Boñar primeramente para seguir a la víctima, cuando ella saliera de trabajar, y conocer donde vivía. Una semana después la mató.
Según ha admitido, esperó a su exnovia escondido detrás de la puerta del portal y le golpeó con una maza, de las que se usan en construcción y que llevaba grabados el nombre y el primer apellido del agresor.
Tras golpearle, dejó allí la maza, se marchó del lugar y posteriormente fue detenido.
Como consecuencia de las heridas, la mujer sufrió pérdida de masa encefálica, un traumatismo craneal e ingresó en estado de coma en el Hospital de León, donde falleció al día siguiente.
La versión del acusado, que ha asegurado que había bebido e ingerido pastillas, ha sido admitida por todas las partes.
El fiscal, que inicialmente pedía una pena de 25 años de prisión por asesinato, con alevosía y ensañamiento, con la agravante de parentesco, ha reducido la petición de pena a 18 años.
El resto de las partes se ha adherido a esta petición, incluida la defensa, que inicialmente solicitaba siete años y medio de prisión por homicidio, ya que consideraba que el hombre, tras la ruptura, sufría un cuadro depresivo que le conducía a ideas suicidas.
Tras la declaración del acusado en la que se ha considerado autor de los hechos, las partes han renunciado a las pruebas testificales y periciales, por lo que la vista, que se preveía que iba a durar entre cuatro y cinco días, se ha reducido a una mañana.
Al finalizar la sesión, el acusado ha pedido perdón a la familia de la víctima, la menor de cinco hermanos, quienes estaban presentes en el juicio.
El fiscal ha pedido, además de cárcel, la prohibición del agresor a acercarse a la familia de la víctima a menos de 500 metros por un periodo de 20 años; y, como responsabilidad civil, una indemnización de 15.000 euros para cada uno de los cuatro hermanos de la víctima.