Los interlocutores del Papa confirman que admitió que hay un ‘lobby gay’
El papa Francisco, en una audiencia general en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
La delegación de religiosos latinoamericanos que se reunió con el Papa la semana pasada lamentó ayer la filtración de las polémicas palabras del pontífice en las que, entre otras cosas, admitía por primera vez la existencia de un ‘lobby’ gay en el Vaticano. La presidencia de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (Clar) difundió una nota para explicarse y tratar de mitigar el escándalo, aunque en realidad confirmó la noticia definitivamente.
Reveló que el texto publicado por la web de una revista católica chilena es auténtico, aunque no procede de una grabación, sino que es una síntesis de la charla con Francisco redactada «con los recuerdos de los participantes». Era para uso personal y no había autorización para divulgarlo, pero ya es demasiado tarde. Alguien se lo pasó a la revista.
Ahora es pública una información que solo iba a circular de forma interna y que evidencia la contradicción entre la verdad oficial y la real. El Vaticano negó con virulencia en febrero, en vísperas del cónclave, las informaciones que revelaban que este ‘lobby’ era uno de los graves problemas internos destapados por Benedicto XVI y pudo pesar en su dimisión.
En su embarazosa nota la Clar no desmintió nada y no pudo dejar de admitir «el sentido general» de las palabras del Papa. Solo apuntó que, dado que la síntesis se basa en unos apuntes, «no se pueden atribuir al Santo Padre, con seguridad, las expresiones singulares contenidas en el texto, sino solo su sentido general».
«Es verdad, está ahí» La frase transcrita de Francisco que causó el martes un enorme revuelo, al que ayer se unió por fin toda la prensa italiana, era la respuesta a una pregunta sobre la dificultad de reformar la Curia, y no hay mucho margen para que su sentido general difiera del literal: «Sí, es difícil. En la Curia hay gente santa, de verdad, hay gente santa. Pero también hay una corriente de corrupción, también la hay, es verdad. Se habla del ‘lobby gay’, y es verdad, está ahí. Hay que ver qué podemos hacer». El Vaticano tampoco desmintió el martes estas palabras atribuidas al Papa y ayer guardó silencio.