Diario de León

Bretón confesó a un policía junto a la hoguera que los niños estaban cerca

El ‘agente sombra’ lo definió ante el juez como una persona «fría» y «distante».

José Bretón, a su llegada al juicio, reanudado ayer.

José Bretón, a su llegada al juicio, reanudado ayer.

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Luis ortega | (EFE) córdoba

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La ‘Operación Resplandor’ es el nombre con el que la Policía denominó a la investigación del caso de la desaparición de los niños Ruth y José cuando tuvieron la sospecha de que su padre, José Bretón, los había asesinado.

La novela El resplandor , un éxito de Stephen King, es el libro que hallaron los investigadores en el cuarto que Bretón tenía en casa de su padres. La obra relata la historia de un hombre que empieza a sufrir trastornos de personalidad al llegar a un hotel abandonado, donde se había trasladado con su mujer y su hijo. Allí, el hombre empieza una persecución para intentar matar a su familia. Una historia que, aunque muy alejada de la realidad, para los investigadores podía tener cierta similitud con el caso que tenían entre manos. Junto a ese libro encontraron otro de autoayuda de cómo hacer amigos.

El agente que estuvo con Bretón en todo momento desde el inicio de la investigación describió al acusado como una persona «fría, distante y poco emocional», que tuvo un episodio de intento de suicidio quince años atrás tras una ruptura sentimental y que ahora seguía el mismo patrón de actuación. Además, detalló que Bretón hablaba de prostitutas y que se mostraba «jovial», mientras que a pocos metros se analizaba una hoguera donde se habían encontrado unos restos óseos que podían ser de sus hijos.

El hallazgo de estos restos, en la finca de Las Quemadillas, hizo que la investigación pasara de desaparición a criminal.

Los huesos, inicialmente fueron catalogados como «de animal» por una perito policial. Diez meses después fueron determinados como «humanos por un antropólogo forense externo a la investigación.

Fue en este momento cuando el letrado de Bretón dio un giro a su defensa y comenzó a cuestionar la cadena de custodia de los restos óseos. El abogado habló de «manipulación» de la hoguera y «contaminación» de una de las principales pruebas de la Fiscalía y la acusación particular para sentar a Bretón ante el jurado.

Y en el centro de la polémica está el hueso etiquetado como número 8, apodado «hueso fantasma» por el abogado de Bretón. Un pequeño hueso de casi dos centímetros que fue recogido en la hoguera y desapareció cuando iba a ser analizado por forenses en Madrid.

En lugar del hueso, en su correspondiente caja, que había sido debidamente precintada y custodiada, aparecieron «polvillos» y cenizas.

Los forenses y científicos rechazaron la «evaporación» y aportaron un argumento lógico. Debido al estado de carbonización y fragilidad del hueso, un simple movimiento puede provocar su desintegración.

Un «hueso fantasma», según la defensa, que, es uno más de los más de 120 encontrados en la hoguera y que las declaraciones periciales deberán confirmar si pertenecen a dos niños de entre 2 y 6 años.

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