Buscando un banco nutritivo
La complicada situación económica no permite que los bancos de leche materna puedan arrancar, a pesar de que existe demanda y oferta.
Todos los grupos parlamentarios se sumaron a la propuesta popular para mejorar algunas de las condiciones de los más pequeños en los hospitales españoles. Por ejemplo, pidieron que los padres puedan acompañar en todo momento a sus hijos cuando están en las UCI y se les tenga que hacer pruebas.
Otra de las medidas fue el fomento del consumo de la leche materna en los hospitales y promover «la formación, sensibilización y actualización» en esta materia «del personal profesional, ofreciendo un servicio de atención y apoyo a las madres desde el primer momento». El Senado también apoyó la creación de más bancos de leche materna «en los servicios de neonatología de los principales hospitales».
La situación económica y la necesidad de mover recursos dentro de los centros hospitalarios paralizaron que haya más iniciativas nuevas o que se desarrollen las que están previstas.
Y voluntad de los profesionales sanitarios y de las donantes, no falta. Por ejemplo, el madrileño hospital Doce de Octubre comenzó su banco de leche humana en 2008 con 83 mujeres. Ahora ya cuenta con 120. Además del centro madrileño, existen en España otros seis centros: Banc de Llet Materna de las Islas Baleares (Palma de Mallorca), hospital La Fe (Valencia), Banco de Leche de Extremadura (Mérida), Banco de Llet Materna (Barcelona), Banco de Leche de Aragón (Zaragoza) y el hospital Virgen de las Nieves (Granada).
El objetivo de los bancos de leche es alimentar a los prematuros, a los alérgicos o con intolerancia a fórmulas de leche artificial, a los recién nacidos sometidos a intervenciones quirúrgicas, los que padecen enfermedades infecciosas crónicas o los que tienen deficiencias inmunológicas.
La leche materna es el alimento más completo, ya que contiene todos los nutrientes que necesita, refuerza el sistema de defensas de los bebés y protege contra enfermedades.
Por ello, está considerada casi como «un medicamento», como dice la doctora Carmen Pallás, ya que hay «evidencias científicas» sobre los beneficios para evitar, a corto plazo, la inflamación del intestino. A largo plazo, se observó que garantiza un mejor neurodesarrollo, disminuyendo, en la edad adulta, el riesgo cardiovascular.
Las mujeres que quieren ser donantes sólo tienen que comunicárselo a su banco más cercano y realizar un análisis para comprobar que no hay problemas médicos. En la entrevista, se les proporciona un extractor manual, varios envases de recogida, unas etiquetas identificativas y un manual de instrucciones. Todo el proceso se hace en casa: se extrae la leche y va al congelador. Antes de 15 días, se tiene que llevar al banco de leche, donde se descongela y se manipula en una cámara de flujo laminar en condiciones estériles. Después se vuelve a analizar y se mezcla con la leche de otras madres para conseguir un producto más homogéneo. Se envasa, se pasteuriza y al congelador.