Los matrimonios entre personas del mismo sexo traspasan fronteras
Nueva Zelanda es el decimoquinto país en aprobar las bodas entre homosexuales .
El 1 de abril de 2001 se celebró en Holanda la primera boda gay del mundo. Desde entonces la lista de países que permiten matrimonios entre personas del mismo sexo aumentó hasta una quincena, el más reciente en unirse fue Nueva Zelanda hace unos días.
Sin embargo, a pesar de estos avances aún queda camino por recorrer. De hecho, organizaciones como Amnistía Internacional recuerdan que todavía 78 países penalizan la homosexualidad y en algunos casos incluso contemplan la pena de muerte.
El camino para el reconocimiento se inició en septiembre de 2000, cuando Holanda se convirtió en el primer país en reconocer por ley el matrimonio de personas del mismo sexo, normativa que entraría en vigor al año siguiente. Tuvieron que pasar casi tres años para que Bélgica aprobara una ley similar.
España fue el tercer país en legalizar estos matrimonios en julio de 2005. Desde entonces y hasta noviembre de 2012 más de 22.000 parejas del mismo sexo se habían dado el tradicional sí quiero. Además, la normativa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero también permitió a las parejas homosexuales adoptar, algo que solo reconocen una decena de países. Esta normativa no tuvo el respaldo del PP, que se amparó en un debate terminológico sobre la palabra matrimonio y defendió la denominación de uniones civiles con derechos parejos a los enlaces conyugales.
De hecho, el PP presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional que, sin embargo, ratificó la normativa al considerar que el matrimonio era «un derecho de todos».
La Iglesia también se opuso fervientemente. La mayoría de las religiones se muestran hostiles a este colectivo, especialmente los países con una interpretación rigurosa del islam. También la Iglesia ortodoxa tuvo mucho que ver en la aprobación de la ley antigay de Rusia. Por contra, el colectivo tuvo en los tribunales uno de sus aliados.
Por tanto, los activistas advierten que todavía queda camino por recorrer. «Estamos trabajando en el acoso en las escuelas por motivos de orientación sexual», explicó Gabriel Aranda, coordinador del área internacional de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales.