Cerrar
Publicado por
ANTONIO NÚÑEZ
León

Creado:

Actualizado:

Y buen vino es lo que recomiendan los médicos en la vejez, aunque no creo que a mí me llegue para tanto. El Gobierno no sabe cómo meterle mano a las pensiones sin que se note y ha sacado una reforma caótica o para el despiste en la que lo único claro es que van a bajar y que los de mi quinta cobraremos menos que el abuelo. A esto se le llama progreso. El timo trilero consiste en elevar la edad de retiro, computar todas las cotizaciones de su vida laboral, incluidas las de pinche por dos reales, saque usted mismo la media, y decirle que su esperanza de vida es la de Matusalén, da igual si fuma, bebe o las dos cosas a la vez pagando de paso, eso sí, la tira de impuestos especiales por ambas cosas. Adivine en qué cubilete está su bolita.

Recordemos para los amantes de la memoria histórica que la Seguridad Social es un invento franquista del falangistón José Antonio Girón de Velasco, alias «el león de Fuengirola», y que antes no había nada. Los hijos tenían que mantener al abuelo, a lo mejor por eso se hacían tantos, y ahora es el viejo quien sostiene con su pobrina pensión a la prole en paro. Joder, lo que han degenerado las cosas.

El modelo de pensiones de Girón, sin embargo, tenía un fallo. Nadie es perfecto. Se basaba en la llamada pirámide demográfica de edades donde había unos pocos viejetes arriba y una amplia base de jóvenes abajo, pero dicen los sociólogos que ahora es un botijo y, cosas de la baja tasa de natalidad, con el tiempo será una seta. O sea que tocamos a menos para que nos mantengan de mayores mañana. Explicadas así las cosas se entiende la dichosa reforma y hasta se comprende, pero dilo claro, Mariano.

En cuanto a Rubalcaba es mejor que se calle. González, el primero, y Zapatero, el último, crearon un déficit colosal en las administraciones autonómicas multiplicando hasta el infinito el número de empleos públicos, clientela mayoritariamente enchufada con el carné del partido o del sindicato en los dientes. A esos nadie se atreve a despedir para que bajen los números rojos del Estado, ni siquiera Rajoy, que tiene en según qué autonomías su propio trozo de tarta. Argumentan los partidos que si se larga a tanta tropa paniaguada e improductiva iba a aumentar más el paro. ¿Bueno, y qué? Muchos les cederíamos solidariamente la vez en la cola del Inem.

En fin, hubo un tiempo en que la policía avisaba sobre el famoso «timo de la pirámide», consistente en apuntar a pardillos con pasta gansa, esperar a que estos trincaran a otros para recuperar el dinero con la promesa de ganancias fabulosas si hacían lo propio y así sucesivamente. Como es natural esto duraba hasta que no picaba nadie más y la pirámide se caía por su propio peso. Le da a uno en la nariz que con la pirámide poblacional de las pensiones pasa algo parecido. Hágase un plan privado, si llega a tiempo.

Cuando las empresas despiden masivamente a los currantes de más de cincuenta y cinco tacos, servidor incluído, pedirles que se jubilen a los setenta es creernos sadomasoquistas. El que más y el que menos tiene un amigo bancario, de Telefónica o de Renfe en esa tesitura y no digamos si es minero, en cuyo caso colgó el pico y el sacho a los cuarenta y pocos. Que se lo pregunten a los de Sabero, Cistierna y, doblando el mapa, a cualquiera del Bierzo.

Lo de recortar las pensiones se veía venir y era inevitable por la dichosa pirámide poblacional, otro pufo. Eso pase. Pero lo que no se entienden son los privilegios de una clase política que se guarda muy mucho al respecto.

¿Por ejemplo, sabía usted que cualquier mindundi en el Congreso o en el Senado con dos legislaturas tiene derecho luego a la pensión máxima de dos mil cuatrocientos eurines? Sobre esto hay consenso y qué callado se lo tienen. Tal que bailan los enchufados de por vida en las administraciones públicas de todos los colores. Vamos a ver, en España hay nueve millones de jubilados y cinco de funcionarios y empleados públicos. Son muchos votos y los partidos pisan de puntillas por encima. Si se fija bien, no ha habido casi polémica, o mejor ninguna, sobre la reforma de las pensiones

¿Y le van a computar toda la vida laboral a Felipe González, Aznar, Zapatero, Rajoy y tantos otros que fuera de la política en la empresa privada nunca han dado un palo al agua?

Haga usted una encuesta a la hora del tute en el hogar del pensionista y verá cómo todos se cabrean y le cantan las cuarenta. No es para menos a poco que se rasque uno lo que hay debajo de la boina.

Baraja nueva.

Cargando contenidos...