La madre de Asunta tenía a la venta la masión donde fue asesinada la niña
Homenaje de sus compañeros de instituto el día en que habría cumplido 13 años.
La lujosa casa rural de Teo, a poca distancia de Santiago de Compostela, donde supuestamente murió asesinada a manos de sus padres Asunta, la niña adoptada de origen chino, estaba a la venta. Su madre, Rosario Porto, en prisión junto con su ex marido y padre de la cría, Alfonso Basterra, pedía por la mansión heredada de sus padres un millón de euros.
El anuncio de compravente, acompañado de fotografías del interior de la vivienda, describe un inmueble de 400 metros cuadrados útiles construido en una finca de más de 10.000 con bodega y salón con chimenea. Es sólo una de las propiedades que tenían los padres de Porto, fallecidos repentinamente en un intervalo de 8 meses.
La vivienda estaba ayer cerrada. Los investigadores que analizan el caso del asesinato se reunieron con el juez que lleva el caso, José Antonio Vázquez Taín, y el fiscal. Esta reunión, para «contrastar datos» y «ver diligencias», es, sin embargo, «una más» de las que durante los próximos días está previsto que tengan los responsables de la investigación.
Los compañeros de instituto de Asunta la recordaro ayer con un mural en el centro de enseñanza en el que estudiaba, en el día en el que hubiera cumplido 13 años.
El acto se celebró por la mañana en el instituto Rosalía de Castro, en Santiago de Compostela, sin la presencia de cámaras ni de periodistas, en la intimidad, por expreso deseo de la dirección del centro.
En un mural situado en un pasillo del centro sobre un pupitre, los compañeros de Asunta han colocado trece rosas blancas, una vela y trece fotografías, que recuerdan distintos momentos del paso de la niña por el instituto.
Durante el acto, uno de los alumnos interpretó al violonchelo una pieza musical.
Una semana después de la aparición del cadáver en una pista forestal al lado de Santiago, la policía y el juez buscan una prueba concluyente y, sobre todo, el móvil que podría haberllevado al asesinato de la niña. Hasta ahora, los padres se han mantenido firmes en sus inocencia aunque la investigación ha descubierto importantes contradicciones en su relato. Ambos habrían planeado la muerte de su hija, que fue sedada y atada antes de morir asfixiada con una almohada.