INVESTIGACIÓN SOBRE LA CONTABILIDAD DEL PP
Lapuerta llega a la Audiencia Nacional para declarar sobre los 'papeles de Bárcenas'
El extesorero del PP entra en la sede judicial con su abogado y acompañado por un asistente. El juez Ruz le citó después de que los médicos certificaran una mejoría en su estado de salud
El extesorero del PP Álvaro Lapuerta está ya en la Audiencia Nacional, citado a declarar ante el juez Pablo Ruz para confirmar o desmentir la supuesta contabilidad 'b' del PP. Esta declaración se lleva a cabo una vez los médicos han certificado una mejoría en su estado de salud tras haber estado en coma varios días a raíz de dos caídas cerca de su casa. Un informe forense anterior determinó que Lapuerta no estaba en condiciones de declarar.
Lapuerta ha llegado a las 9.45 horas en coche a la sede judicial acompañado por su abogado. Apoyado en un bastón y asistido por un acompañante que le cogía del brazo, ha entrado en la Audiencia. El extesorero no ha respondido a los periodistas que le han preguntado cómo se encontraba.
El también extesorero del partido Luis Bárcenas aseguró, el pasado 15 de julio, que Lapuerta también controlaba la caja opaca de los conservadores. Y afirmó que los 'visés' que aparecen en los llamados 'papeles de Bárcenas' corresponden a Lapuerta. Sin embargo, la policía no ha podido acreditar este hecho, a pesar de que ha contado con un cuerpo de escritura del extesorero y ha recogido su firma de documentos oficiales como el contrato de adquisición de la actual sede nacional del PP en Madrid.
Cambio de estrategia
Lapuerta ha comparecido en dos ocasiones ante la justicia tras la publicación de los 'papeles de Bárcenas'. Ante la Fiscalía Anticorrupción y en el juzgado ha negado la existencia de una contabilidad opaca. Sin embargo, su línea de defensa ha cambiado tras sustituir a su anterior letrado, Javier Iglesias (con vínculos en el PP), por Cristóbal Martell. Este, en los últimos interrogatorios practicados a la número dos del partido, María Dolores de Cospedal, y a los exsecretarios generales Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos, dejó claro que iba a combatir la tesis de los dirigentes populares al rechazar que el control de las cuentas del partido conservador dependía exclusivamente de los tesoreros del partido.