DOCTRINA PAROT
La Audiencia de Valencia libera a un pederasta condenado a 220 años
El exprofesor, que abusó de seis alumnos, estaba ya en libertad condicional
La Audiencia de Valencia ha decretado la libertad para un profesor de educación física que en 1996 fue condenado a 220 años de cárcel por abusar sexualmente de seis alumnos de entre 8 y 12 años, después de la derogación de la retroactividad de la doctrina Parot por el Tribunal de Estrasburgo.
Así lo recoge un auto de la sección cuarta de la Audiencia de Valencia en el que se declara cumplida la pena y extinguida la responsabilidad penal del profesor, Juan Vicente C. G., quien se encontraba ya en libertad condicional. Contra esta decisión cabe recurso de casación en el plazo de cinco días, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
El auto de la Audiencia de Valencia recuerda que la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos del pasado 21 de octubre ha supuesto la modificación del criterio jurisprudencial sobre la ejecución de penas, conocido como doctrina Parot, y que es procedente aplicarla a este caso dado su carácter favorable para el reo.
Pacto judicial
El pederasta, Juan Vicente C.G., tenía 35 años cuando fue condenado en 1996 por la sección cuarta de la Audiencia de Valencia por un delito continuado de abusos sexuales, un delito continuado de agresión sexual, tres delitos de violación, dieciséis delitos de violación en grado de tentativa y un delito continuado de agresión sexual.
También fue condenado a seis años de inhabilitación como profesor y al pago de indemnizaciones por daño moral a varios menores que oscilaban entre 200.000 y 2,5 millones de pesetas, mientras que se declaró la responsabilidad civil subsidiaria del centro de estudios donde el condenado daba clase.
El juicio por estos hechos no llegó a celebrarse, ya que el acusado reconoció la comisión de los delitos que se le imputaban, y el acusado entró en la prisión en 1996. Fuentes jurídicas han señalado que tanto el pederasta como el centro de estudios donde daban clases se declararon insolventes, por lo que las víctimas no han llegado a cobrar las indemnizaciones.