CORRUPCIÓN EN EL PP
Matas: "Nunca pensé que iría a juicio por pedir a un buen amigo un trabajo para mi mujer"
El expresidente balear asegura ante el jurado que "no hay ninguna prueba" de que se haya apropiado de dinero público
El expresidente balear Jaume Matas, este miércoles, 2 de diciembre, junto a su abogado, Miguel Arbona, en la Audiencia Provincial de Palma.
"Nunca pensé que acudiría a un juicio por pedir a un buen amigo un trabajo para mi mujer". Así se ha defendido de la acusación de cochecho el expresidente balear Jaume Matas, quien ha presumido de que en estos cinco años y medio que lleva siendo investigado "no hay ninguna prueba" de que se haya "apropiado de dinero público". Condenado en firme a 9 meses de prisión por tráfico de influencias y pendiente de un rosario de causas, Matas ha dicho tener "la conciencia muy tranquila" en la alocución final ante el jurado que a partir de las 14.00 horas deliberará si es o no culplable de un delito de cochecho impropio por haber pedido y conseguido un empleo de relaciones públicas en un hotel de lujo para su mujer, Maite Areal.
La Fiscalía Anticorrupción sostiene que ese empleo fue "una comisión en especie", ya que Areal no realizó trabajo alguno, y pide la devolución de sus honorarios, 42.111 euros cobrados en el 2007, además de una multa de 9.000 euros.
"Si Matas fuera presidente, su mujer seguiría de relaciones públicas en el [hotel] Valparaíso", aventuró el fiscal Pedro Horrach, quien reprochó a la defensa del exdirigente del PP no haber aportado en tres años de instrucción un solo correo, agenda, dossier o documento que avalara la presunta actividad de relaciones públicas de Areal. "Supone una inversión privada para captar dinero público", argumentó Horrach, quien cuestionó el cambio de declaración del hotelero Miguel Ramis. El empresario reconoció ante el juez de instrucción que se sintió "comprometido y presionado por Matas" y ante el jurado vinculó el contrato a una "relación de amistad", aunque no describió ninguna gestión de Areal y admitió que la echó por no conseguir clientes para el hotel. El despido se produjo meses después de que Matas perdiera las elecciones.
"Si va por la calle y le insultan, ¿qué poder tiene ahora el señor Matas para que Ramis mienta?, ha planteado al jurado la defensa del expresidente balear, cuya carrera política, ha dicho, "no es que esté acabada, es que está enterrada". Su letrado, el exjuez Miquel Arbona, ha defendido la veracidad del contrato de Areal, y ha admitido que su cliente pudo incurrir en "una conducta atípica", pero "que no está sancionada" por el Código Penal.