Los vecinos de los fallecidos se amotinan contra los políticos
La conmoción por el fallecimiento de la familia Caño Bautista se convirtió ayer en rabia e indignación cuando un grupo de vecinos de Alcalá de Guadaira se trasladó hasta las puertas del Ayuntamiento para reclamar más medidas sociales que eviten casos similares ante el aumento de la pobreza. La Policía tuvo que intervenir para evitar que los manifestantes, que llegaron a encararse con varios ediles, entrasen por la fuerza en el consistorio.
La protesta se prolongó durante dos horas y llegó a congregar a 200 personas, que no cesaron de corear consignas pidiendo la dimisión del alcalde de la localidad, Antonio Gutiérrez Limones, al que responsabilizan de la nula cobertura social de la que disponen. «Limones en el Senado y su pueblo ahogado», decían en alusión a la condición de senador del alcalde algunas de las pancartas improvisadas que portaban los manifestantes y en las que también se lamentaba que «Lo que le ha pasado a esta familia es por vivir en la miseria» o que «Por pobreza ha muerto una familia».
Además de pedir explicaciones por lo sucedido, sumándose a la tesis de una supuesta negligencia médica en la atención dispensada por las Urgencias a los fallecidos, los convocados criticaron la dificultad y los retrasos para acceder a las ayudas sociales o conseguir un trabajo en el municipio. «La población está indignada porque se sienten identificados con lo ocurrido», subrayó el portavoz local de IU Alberto Miranda.
Los momentos más tensos se vivieron cuando varias ediles del PSOE intentaron acceder al edificio y fueron increpadas y abucheadas por los manifestantes. Algunos de ellos incluso quisieron acceder al interior del consistorio, aunque fueron repelidos por la Policía Local. Ante los gritos de indignación de los vecinos, los agentes optaron por no detenerles y dejarles en libertad.
Las protestas se repetirán hoy ya que IU y el movimiento 15M han convocado una manifestación en demanda de más protección social.