ESTUDIO CONSERVACIONISTA
¿Por qué las aves vuelan en formación de V?
Un análisis con un grupo de ibis eremitas confirma que la sincronización es clave para ahorrar energía
La estructura en forma de V y el aleteo sincronizado que caracteriza a diversas aves cuando vuelan en migración, en ocasiones de una precisión extraordinaria, es una herramienta que les ayuda a hacer el viaje más llevadero. Así lo ha confirmado un estudio que ha analizado un conjunto de 14 ibis eremitas (Geronticus eremita), una gran zancuda de pico largo y curvo, que fueron equipados con un geolocalizador y un sensor del aleteo.
La hipótesis de que las aves, especialmente las especies de gran tamaño como los gansos, vuelan en forma de V por motivos de aerodinámica no es nueva y está avalada por simulaciones informáticas, pero ahora se aportan pruebas irrefutables con aves en libertad.
El estudio, cuyos detalles se han publicado en la revista Nature, lo han realizado investigadores de las universidades de Londres y Oxford (Reino Unido), Washington (EEUU) y Humboldt (Australia), así como el proyecto de conservación Waldrapp (Austria).
De Viena a la Toscana
Las aves fueron analizadas en un trayecto entre el zoo de Viena (Austria), donde habían nacido, y la Toscana (Italia). Previamente habían sido entrenadas para seguir a un ultraligero como parte de un programa de conservación. El estudio grabó la posición de las aves, su velocidad, rumbo y cada aleteo durante un período de 43 minutos.
Cuando un ave vuela, deja una estela que 'empuja' a los individuos que se sitúan ligeramente detrás y al lado. Cuando muchas aves lo mismo, forman automáticamente una V. Todo ello les permite ahorrar energía, como se puede comprobar en la frecuencia cardiaca de las aves.
Aparentemente también parecen sincronizar el momento en que aletean, lo que les permite aprovechar esa corriente al hacer que la punta de su ala siga la misma trayectoria en el aire del ave que va delante. Es como un carro siguiendo a otro en una montaña rusa.
Predecir las turbulencias
Los individuos que vuelan de esta forma en grupo a menudo cambian su posición y alteran el momento de su aleteo para conseguir la mejor ventaja aerodinámica posible.
"Al volar en formación en V –detrás y al lado del ave precedente–, las que que van detrás agitan sus alas en fase, lo que les permite tener un impulso extra", explica el estudio. Por el contrario, aquellas aves que vuelan directamente detrás de la más adelantada baten sus alas fuera de fase, lo que minimiza los efectos de la corriente descendente en detrimento de las alas del líder. "Estos hallazgos indican que las aves tienen una notable capacidad de sentir y predecir los patrones de las turbulencias del aire causadas por multitud de compañeros cercanos", apunta la investigación.