un tema candente
El papa Francisco: «El celibato no es un dogma, siempre está la puerta abierta»
Asegura que la renuncia al matrimonio es sólo una «regla de vida» para los curas.
Como prometió, y pese al cansancio, Francisco respondió anoche a las preguntas de los periodistas en su vuelo de regreso. Tras la sonada rueda de prensa del viaje a Río había gran expectación. Fueron 50 minutos y salieron los temas candentes. Por ejemplo, el celibato: «La Iglesia católica tiene curas casados. Católicos griegos, coptos, en el rito oriental. Porque no se debate un dogma, sino sobre una regla de vida que yo aprecio mucho y que es un don para la Iglesia. Al no ser un dogma de fe, siempre está la puerta abierta». Pero «ahora no está a la orden del día».
El celibato eclesiástico, es decir, la renuncia al matrimonio y la promesa de castidad, es obligatorio para los sacerdotes desde el II Concilio de Letrán, en 1139. La posibilidad de una visión diferente sobre el asunto se suscitó nada más llegar el Papa a la Santa Sede, al conocerse que, siendo adolescente, Bergoglio pudo tener una novia, un caso no confirmado por él.
Otra «puerta abierta», dijo, es la dimisión: «Haré lo que el Señor me diga qué debo hacer. Creo que Benedicto XVI no es un caso único». Y también abordó el tema de la pederastia. En este sentido, reafirmó la «tolerancia cero» e hizo una drástica comparación: «Es gravísimo, como una misa negra». Aseguró que «en este problema no habrá ‘hijos de papá’, ni más privilegios». Reveló que, a principios de junio, celebrará una misa en el Vaticano con «seis u ocho» víctimas de varios países.
Sobre el divorcio
En cuanto a la familia consideró necesario «clarificar que los divorciados no son extraños, muchas veces se les trata como si lo fuesen». Le preguntaron luego sobre su exsecretario de Estado, Tarcisio Bertone, salpicado por escándalos: «Es inevitable que haya escándalos, somos humanos y pecadores todos. Habrá, habrá escándalos. La cuestión es evitar que haya de más. En la administración económica se necesita honestidad y transparencia». Sobre la última polémica, un presunto desvío de 15 millones de euros del banco vaticano por parte de Bertone, comentó: «No está claro. Quizás sea verdad, pero no es definitivo, está bajo estudio».