EN EL ROCK IN RIO
Bruce Springsteen se suma por sorpresa al concierto de los Rolling Stone en Lisboa
El 'Boss' y Jagger han cantado a dúo 'Tumblind Dice' ante la incredulidad del público asistente
Aparentemente inmunes al paso del tiempo y las desgracias personales, los Rolling Stones no han defraudado la noche del jueves y han desplegado todo su arsenal en el Rock in Rio Lisboa con la presencia sorpresa en el escenario de un aliado de lujo: Bruce Springsteen. Las cerca de 90.000 personas reunidas para ver en directo a la banda británica --una sexta parte del número de habitantes que tiene la ciudad-- apenas podían dar crédito cuando, a los quince minutos de comenzar el concierto, Mick Jagger anunció a la multitud el nombre del 'Boss'.
Springsteen apareció en escena entre la incredulidad general y cantó con el líder de los Rolling 'Tumbling Dice', en una reedición de un dueto estelar que solo se había visto con anterioridad en Nueva York hace dos años, cuando sus "satánicas majestades" cerraron su gira por su medio siglo de carrera musical con invitados de excepción.
La irrupción del artista estadounidense ha sido, pese a todo, apenas un fogonazo en una noche donde Jagger y compañía han vuelto a hacer de las suyas. Los años --tres de sus cuatro miembros ya superan los 70-- no parecen pasar por una banda nacida como tal en un lejano 1962 y considerada en vida legendaria, con sus millones de fans siempre temerosos de que su próxima gira acabe siendo la última.
Como un veinteañero más
Sin embargo, de no ser por las arrugas en su rostro, Jagger podría pasar por un veinteañero más de los que han asistido, junto a personas de muy diferentes generaciones, al recinto del Rock in Rio. Esquelético como siempre, no ha dejado de retorcerse, mover las caderas y trotar de un lado a otro durante las más de dos horas que ha durado su concierto.
Aunque había interés en ver cómo reaccionaba tras el suicido hace poco más de dos meses de su novia, la diseñadora L'Wren Scott, el líder de la mítica banda no ha hecho referencia alguna a su trágica pérdida y se limitó a ser el 'showman' de siempre. Ha gesticulado, cambiado de ropa, tirado por los suelos su chaqueta para acabar en camiseta, no ha dejado de interactuar con el público una y otra vez --incluso ha apostado por una final en el Mundial de Brasil entre Inglaterra y Portugal-- y ha derrochado energía por doquier en ésta, su segunda cita de un tour por Europa con un total de catorce paradas.
Final apoteósico
Los Rolling han repasado una veintena de sus grandes éxitos como si fuera la primera vez que los tocaban. 'Jumping Jack Flash' y 'It's only Rock'n Roll' han servido para abrir fuego. Con 'Wild Horses' llegó el momento romántico y posteriormente el guitarrista Keith Richards asumió el mando como vocalista con dos temas consecutivos: 'You got the silver' y 'Can't be seen'.
Sus éxitos más famosos han llegado encadenados en un tramo final apoteósico. Con 'Sympathy for the devil' se vivió el momento más espectacular en términos de montaje, con la pantalla presa de las llamas, y poco después 'Brown Sugar' hacía las delicias de los asistentes, pendientes de las idas y venidas de Jagger por la pasarela. Apenas se marcharon para regresar inmediatamente y cerrar la velada ya bien entrada la madrugada con la vibrante 'You can't always get what you want' y con su mayor himno, 'Satisfaction'.