Del pasado, hasta el comer

Astorga está lista para alimentarse antes de la batalla. La lucha eterna entre Astures y Romanos no puede librarse con el estómago vacío, más aún teniendo en cuenta que «la ciudad es clave en la cultura gastronómica», como aseguró Tomás Álvarez, periodista cepedano y el mantenedor de las jornadas de la cocina astur romana que una año más impulsa la asociación El Borrallo al hilo de la fiesta de recreación histórica. Ocho restaurantes participan en esta propuesta que pretende ensalzar los productos de la tierra, de los que ya los antiguos moradores hicieron gala.

«Un romano o un astur tendría en la mesa excelentes alimentos», aseguró el escritor, que en el discurso de presentación de la cita, que se desarrollará entre el 24 de julio y el 4 de agosto, subrayó que «ésta es tierra de trabajo, dura, de buen comer. Ciudad poderosa, episcopal y gastronómica», además, de recordar que «en las cocinas astorganas confluyen sabores de toda España». El mantenedor no se olvidó de la tradición ni del chocolate ni la carne, «herencia del pasado y arranque de futuro», aseguró antes de despedirse recordando que la cultura alimenta la mente mientras la cocina satisface los estómagos, deseando así gloria a los fogones de Astúrica Augusta.

Antes de preparar las copas de vino para brindar y augurar larga vida a las jornadas, la alcaldesa, Victorina Alonso, recordó que los pueblos se definen por sus alimentos y como se preparan. «Nuestros antepasados sabían cocinarlos», argumentó la alcaldesa, que alabó que la Asociación El Borrallo, presidida por Jesús Prieto Marquiegui, consigue con estas jornadas alimentar y disfrutar. «La comida es un gozo», subrayó Alonso, que manifestó el compromiso municipal de mantener su apoyo a esta iniciativa que «con rigor y esmero» preparan los restauradores cada año. El objetivo, que muchos se sienten a la mesa. Y sin más, qué aproveche.