Diario de León
Publicado por
ALcÁNTARA
León

Creado:

Actualizado:

Algunos le llaman tregua a la retirada israelí, pero nadie se atreve a llamarle paz. El histórico conflicto ahora recrudecido puede continuar con eso que los corresponsales menos dados a innovar la metáfora llaman «renovados ímpetus». Es la precipitada hora del recuento y las estadísticas son móviles, ya que el número de muertos varía a medida que fallecen los heridos de mayor gravedad.

De momento, tras casi un mes de hostilidades en la frontera de Gaza, se han registrado 67 bajas israelíes y 1.867 palestinas. Una batalla ciertamente desigual en la que no hay que meterse si queremos salir vivos. ¿Quién puede tener razón en un asunto tan poco razonable? Los que hacen la guerra ignoran que son los industriales quienes se la han dado hecha y son necesarios bastantes héroes y muchas tumbas para que los supervivientes se recuperen y puedan pensar en el combate de revancha. Después de cuatro semanas de ofensiva en la franja de Gaza, decidió España suspender cautelarmente la venta de armas a Israel. Una medida política, más que humanitaria, ya que los israelitas están muy bien de armas. Al último grito de la eterna moda de matar a distancia. El mundo es un gigantesco arsenal y Einstein, que no sólo odiaba las guerras, sino los desfiles, advirtió a todas las naciones de que la próxima guerra mundial se llevará a cabo con piedras.

Los que hemos seguido la desequilibrada contienda en los periódicos, las radios y la televisión sentimos «vergüenza biológica». Nos creemos buenos porque no somos partidarios de ninguno de los dos bandos. ¡Qué fácil es ser pacifista a muchos kilómetros de distancia de los que matan y mueren! A todos nos ha parecido muy bien que nuestro Gobierno no le siga suministrando artilúgios mortíferos a los combatientes que se están dando un baño de sangre mientras estamos en plena temporada de baños y en las playas del mar Mediterráneo hay más gente que en la guerra. Cuando Jean Cocteau veía a los niños que alborotaban las aceras, les decía «¡Hola, muertecitos de la próxima guerra!». Quizá se refería a ésta. Siempre hay alguna.

tracking