El papa nombra a Carlos Osoro sustituto de Rouco en Madrid
Antonio Cañizares deja el Vaticano y será el titular de Valencia .
Se va el hombre que lo ha sido todo en la Iglesia en España y que ha desempeñado durante 20 años un poder omnímodo. El cardenal Antonio María Rouco, hasta hace pocos días arzobispo de Madrid, cede el testigo a Carlos Osoro, de 69 años, actual vicepresidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valencia.
El extitular de la diócesis de Valencia carece de la vocación política de su antecesor y de la sólida formación intelectual de quien gobernó la Conferencia Episcopal durante doce años. Pero Francisco ha elegido a Osoro por su espíritu dialogante y su temperamento contemporizador, su presencia en la calle, su cercanía con la gente y su preferencia por el trabajo pastoral antes que por disquisiciones teológicas.
El sucesor de Rouco, quien ya cedió a Ricardo Blázquez el liderazgo de la Conferencia Episcopal, rehúye el conflicto. Ha sido obispo de Orense, Santander, Oviedo y Valencia. Mientras en Asturias sus prédicas eran bien vistas por la izquierda, en Valencia hizo buenas migas con las autoridades del PP. Tenido por moderado, no ha sufrido encontronazos con organizaciones conservadoras como el Opus Dei, los ‘kikos’ o los Legionarios de Cristo. En su primer mensaje a los fieles, Carlos Osoro agradeció al papa la misión encomendada y recordó la necesidad de atender a los enfermos. El Vaticano hizo ayer públicos los nombramientos, en los que se confirma que Antonio Cañizares, ahora enemistado con Rouco a raíz del caso de Jiménez Losantos, sucederá a Osoro como arzobispo de Valencia.