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Gente de aquí | Un profeta en su tierra

La felicidad ‘made in Calleja’

El aventurero leonés se dio ayer un baño de masas en El Corte Inglés durante la firma de su libro ‘Si no te gusta la vida, ¡cámbiala!’

Cerca de un centenar de leoneses acudieron ayer a El Corte Inglés para conocer de cerca al montañero leonés

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PABLO RIOJA | LEÓN
León

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El último desafío al que se enfrenta el aventurero leonés Jesús Calleja es sin duda uno de los más extremos; ganarse el favor del público no desde la pantalla de un televisor sino a través de las páginas de su prometedor libro Si no te gusta tu vida, ¡cámbiala! . Y por lo visto ayer durante la firma de ejemplares que protagonizó en El Corte Inglés de la capital se puede afirmar que es un profeta en su tierra.

Tanto niños, jóvenes como adultos se agolparon desde las siete de la tarde en busca de autógrafo, foto o quizá un oráculo que desasne la fórmula de la Coca Cola ‘ made in Calleja ’. El secreto, tal y como pinta el panorama es «dar un golpe en la mesa», sentenció el montañero entre beso y beso de sus más fieles seguidores. Algunos confesaban profesarle una fe infranqueable casi desde la cuna. «Todo lo que hace se convierte en un éxito», aseguraba un matrimonio venido desde Fresno de la Vega.

Y aunque Calleja no ha ganado el Planeta —tampoco lo pretendía— siente que sus vivencias pueden echarle un cable a cualquiera que no se deje vencer por el pesimismo. «Cuando contrato a alguien para la productora no me fijo en si tiene cien hojas llenas del currículum, más bien me centro en su actitud, en si es una persona optimista». El fin primero de su libro es el de demostrar que la vida debe exprimirse hasta el último aliento y si hay algo que no te deja hacerlo «poder cambiarlo».

Para el montañero las excusas no sirven como excusa. «Cuando deje de ser feliz con lo que hago pienso volver a cambiar». Siempre a contracorriente, insiste en que «sin padrino ni pasta, y siendo un poco transgresor, se puede llegar a cualquier lado». Y de momento a donde llegó ayer fue a su León natal, al que «tanta felicidad» le produce volver. Después de regalarle una sonrisa y agradecerle a cada paisano allí presente el haber comprado su libro, Calleja se fue, sin más, en busca de otra nueva aventura.

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