Diario de León

«No tengo rencor por no haber podido venir antes a España»

El plasma de la hermana Paciencia, clave para la mejora de Teresa .

La hermana Paciencia Melgar, momentos antes de la rueda de prensa que ofreció ayer.

La hermana Paciencia Melgar, momentos antes de la rueda de prensa que ofreció ayer.

Publicado por
colpisa | madrid

Creado:

Actualizado:

«Quiero dejar claro que no guardo rencor a nadie por no haber podido venir antes a España pues no soy española y hoy me alegro de poder hacer el bien». Así de clara y directa fue ayer la hermana Paciencia Melgar, compañera del misionero Miguel Pajares en el hospital San José de Monrovia, en su primera comparecencia pública tras superar el ébola. La misionera que, al no ser nacional, no fue repatriada en agosto en el avión que trajo de vuelta desde Liberia al padre Pajares y la religiosa Juliana Bonohá.

«Intentábamos protegernos, pero carecíamos de información adecuada sobre las posibles vías de contagio», precisió. Ante los contagios por ébola, Miguel Pajares y Juliana Bonohá, que finalmente dio negativo, fueron repatriados, ya que ambos poseían la nacionalidad española. Por su parte las hermanas Chantaline, que falleció a causa del virus, y Paciencia fueron ingresadas en un centro de aislamiento de la capital liberiana.

«Cuando noté que me subía la fiebre ya empezaba a sospechar que me había contagiado porque previamente había dado negativo por malaria. Lo asumí con paz y serenidad», ha continuado la hermana Paciencia, que permaneció durante una semana en su domicilio antes de ser ingresada en el centro de aislamiento de Monrovia. «Un lugar que carecía de recursos humanos y materiales adecuados para el tratamiento de la enfermedad», según precisó la misionera, que detalló que en el centro apenas había un baño disponible para 30 enfermos, que en muchos casos dormían en colchones e incluso directamente sobre el suelo.

La religiosa guineana, que ha sido muy importante en el proceso de recuperación de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, ya que ésta ha sido tratada con su plasma sanguíneo por los anticuerpos desarrollados al superar la enfermedad, manifestó que está dispuesta a donar sangre «las veces que sea necesario».

Por otra parte, la misionera rogó a «los países de los cinco continentes que se involucren con un problema que no sólo atañe a África» y estimó que quizá se hubiera podido salvar la vida del padre Manuel García-Viejo en caso de haber llegado antes a España para donar su plasma sanguíneo.

Paciencia Melgar también agradeció a las instituciones españolas y a la dirección y personal del hospital La Paz-Carlos III el cuidado de los hermanos de la Orden de San Juan de Dios y manifestó su orgullo por la labor de la sanidad española, personalizado en la figura de Teresa Romero.

La hermana Paciencia, que asegura sentirse «perfectamente bien» y sin ningún tipo de secuela, no planea regresar a Liberia por el momento y ha recordado el problema que supone en África Occidental el estigma de la enfermedad para aquellos que finalmente consiguen superarla.

tracking