La tecnología se alía contra la diabetes
Más de 20.000 leoneses mantienen controles periódicos de su glucosa.
La aparición de innovadores sensores para medir la glucosa sin necesidad de que los enfermos se pinchen en el dedo seis veces al día abre el camino para mejorar la calidad de vida de las personas diabéticas, enfermedad con la que conviven más de 20.000 leoneses y de la que hoy se conmemora el Día Mundial. Las asociaciones de pacientes ven una esperanza en estos nuevos dispositivos, que se suman a los ya existentes como las bombas de insulina o las lancetas (agujas para pincharse en el dedo) con las que actualmente están familiarizados los enfermos. Las asociaciones de diabéticos de la Castilla y León han iniciado conversaciones con las Consejería de Sanidad para la financiación de los nuevo medidores de glucosa, que saldrán al mercado en los próximos días y tienen un coste aproximado de 120 euros al mes. «Castilla y León es una de las que mejor trata a las personas diabéticas», explica la presidenta de la Asociación de Castilla y León, Belén Bernal. Bernal destaca la implantación de las bombas de insulina, que ya llevan el 7% de los pacientes, tres puntos por encima de la media nacional, una de las cifras más altas de toda España, sólo por detrás de Extremadura, según el estudio Fenin 2012. «Una de las claves del importante aumento de la penetración de la bomba de insulina en esta comunidad está siendo la firme apuesta de los profesionales médicos por esta terapia: cada vez son más los expertos que toman conciencia de las ventajas y la fiabilidad que ofrece la bomba en el tratamiento de personas con diabetes», explica Bernal. En pediatría, los datos son aún más alarmantes, «ya que frente al 50% de niños menores de 12 años con diabetes tipo 1 que según la recomendación de la Agencia de Evaluación de Tecnología Médica Británica NICE deberían seguir una terapia con bomba, en España se estima el porcentaje en un 3%, muy por debajo de países como Noruega (59%), Eslovenia (75%) y Alemania (45%)».
Los pacientes también negocian con la administración la puesta en marcha de protocolos en las escuelas para los menores. «Los niños pequeñitos diabéticos no saben todavía pincharse ni controlar la insulina en sangre por lo que debería haber personal especializado en el colegio para evitar problemas».
La presidenta de León, Arantxa Paniagua, recuerda las lancetas (agujas) tampoco están financiadas «y suponen un gasto de 30 euros al mes, que algunos ahorran reutilizándolas varias veces, con el riesgo de infección».
La asociación de León ha programado para el día 26 controles de glucemias en León, el 27 una charla para dar a conocer el funcionamiento de los medidores de insulina que reducen los pinchazos y el 4 de diciembre conferencia sobre la hipoglucemia en San Juan de Dios.