Carta sin sello
Estimado vecino del 6º:
Entiendo que su enfado por la corrupción le haga echar rayos, truenos y demás fenómenos atmosféricos. Pero ¿no podría echarlos en la rúa? Nos ha convertido el edificio en un relato de Stephen King. Es ponerse usted a leer el periódico en el salón o a mirar un informativo y le irrumpen altos voltajes. Con razón, pero los demás no ganamos para velas. Una cosa es estar quemado con los corruptos y otra que tengamos que salir todos ardiendo. Cuando le da su yuyu no funciona un electrodoméstico. O funcionan demasiado, mi bicicleta estática pedalea sola. Sus tormentas de indignación me petan el ordenador y nos dejan sin batería los móviles. El gato ya no maúlla, ladra. El ascensor tiene taquicardia. Relájese, confíe en la justicia. ¿Ha probado con el té verde? Comprendo que de rabia le broten energías atómicas, pero esto suyo no puede ser bueno para la próstata. Cuando note que le viene el temporal de indignaciones piense con el polo positivo. ¿Por qué no se ofrece al Ayuntamiento como iluminación navideña? En Ordoño quedaría de pegada.
Así no hay quien viva