Cayetana, un personaje popular y muy querido en Castilla y León
La duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, sostuvo un vínculo personal muy estrecho con Castilla y León durante los últimos años de su vida, donde se dejaba ver en exposiciones, comercios, restaurantes y en los tendidos de las plazas de toros.
Las raíces palentinas de su tercer y último esposo, Alfonso Díez, acrecentaron este nexo con una comunidad autónoma que visitó con asiduidad, una de las últimas ocasiones el 3 de diciembre de 2013, en Carrión de los Condes (Palencia), donde recorrió una exposición de belenes del mundo organizado por una congregación de monjas.
Fiel a la tradición de sus antepasados, Cayetana no perdía la ocasión de dejarse ver en una plaza de toros y de reforzar así, con su presencia, el apoyo a la fiesta en momentos de especial presión para este espectáculo, como hizo el 15 de septiembre de 2013 en el coso de La Glorieta, durante la Feria de Salamanca. Este guiño a la fiesta no pasó de largo a los promotores del Premio El Timbalero a los triunfadores de la Feria de Salamanca, que en la edición de 2011 le entregaron una mención especial por su fidelidad y apoyo.
Pero ha sido Alba de Tormes (Salamanca), la villa ducal, uno de los lugares más queridos y frecuentados por Cayetana Fitz-James, cuna de sus antepasados y uno de los solares de la Casa de Alba junto a Piedrahita (Ávila), municipio éste donde fueron enterrados los primeros duques, en el convento de Santo Domingo (siglo XIII), hoy arruinado después de las desamortizaciones decimonónicas.