SUCESOS
El hombre atacado por los leones ya había protagonizado otros incidentes en Barcelona
El hombre, vestido con uniforme militar, ya había protagonizado otros incidentes en la ciudad meses atrás, se ha adentrado en el recinto de los leones y ha sido atacado por los animales ante la atónita mirada de los visitantes.
Pasados pocos minutos del mediodía de hoy, esta persona se ha encaramado a una zona de césped, de acceso prohibido, entre el espacio de los tigres y de los leones, ha superado una valla y, de inmediato, cuando iba a encaramarse a un árbol ha sido tirado al foso por dos leonas que han detectado su presencia, como muestran los vídeos que han colgado en la red algunos testigos.
"El sistema de seguridad impide que en un paseo normal una persona pueda caer dentro. No puede ser de manera accidental, para caer tienes que tener voluntad de entrar. Tiene que haber una cierta intención", ha explicado el jefe de guardia de los Bomberos de Barcelona, Héctor Carmona.
Testigo de esos primeros minutos de tensión era Carmen Gómez, que estaba en esos momentos frente al recinto con su marido y sus dos hijos, de dos y cuatro años, como tantas otras familias que en una mañana de domingo fría, pero soleada, habían aprovechado el puente de la Constitución para acudir al zoológico.
"El hombre, vestido de camuflaje, muy alto y delgado, se encaramó a la valla y una leona saltó, le agarró y se lo llevó al foso", ha relatado a Efe la visitante, acerca de un suceso ha causado un gran revuelo en el zoo, que ha restringido el acceso a la zona de leones, mientras multitud de curiosos intentaban averiguar lo sucedido.
Y es que, tras caer al foso de un zarpazo, los animales arrastraron al hombre hasta un túnel de servicio, de acceso al interior de los espacios para leones.
En un recinto en el que habitan cinco animales -que según fuentes del zoo se alimentan de carne de caballo-, han sido dos leonas las primeras en atacarle, aunque un león se ha acabado imponiendo a las otras dos, en un suceso que habría durado unos 20 minutos.
"La intención no era matarlo, se han puesto a jugar con él", ha apuntado Ignasi Armengol, director de Barcelona Serveis Municipals. El ataque, en cualquier caso, se ha saldado con mordiscos y zarpazos que le han causado heridas en la cara y todo el cuerpo, e incluso el hombre ha acabado con "la lengua colgando", según algunas fuentes.
Para intentar alejar a los animales de la víctima, primero se han utilizado extintores y, posteriormente, manguerazos de agua, para que "con la molestia que produce el chorro de agua, pero sin hacerles daño, apartarles" del hombre.
Una vez ahuyentados, éste ha sido rescatado a las 12.45 horas por personal del Zoo, guardias de seguridad, policías y bomberos de Barcelona, mientras la mochila del hombre, también de camuflaje y de grandes dimensiones, que habitualmente siempre lleva en sus acciones, se quedaba en el interior del foso.
En la ambulancia, los servicios médicos daban una primera atención al herido, "en estado grave, pero estable", pero ingresaba en urgencias del hospital Vall d'Hebron en estado crítico, según fuentes hospitalarias, aunque no se teme por su vida.
Pero el suceso ocurrido hoy en el Zoo no queda en una simple anécdota en la página de sucesos, sino que ese uniformado militar ya había dado más de un quebradero de cabeza a las autoridades catalanas en los últimos meses, habiendo protagonizado otras exhibiciones públicas en puntos simbólicos de la ciudad.
El pasado 24 de noviembre, el hombre, de 45 años y nacionalidad española, vecino de Gelida (Barcelona), fue detenido tras colgarse de la fachada del edificio modernista de La Pedrera de Gaudí, con pancartas con esvásticas nazis y en las que se podían leer lemas como "aborto asesino" y "40 mil niños año, Hitler novato".
Pero previamente, el 11 de septiembre, ya llevó a cabo otro incidente también mediático, entonces ante decenas de cámaras, cuando quemó una 'estelada' y un pañuelo palestino frente al monumento a Rafael Casanova, cuando en esos momentos se llevaban a cabo las tradicionales ofrendas florales de la Diada.
El hombre consiguió colarse en el cordón policial que cerraba el paso de calles cercanas y logró llegar hasta la misma estatua, en una zona en la que había multitud de autoridades políticas.
Un "Rambo" urbano que en todas sus actuaciones públicas ha conseguido acaparar los focos de las cámaras y las miradas sorprendidas de los ciudadanos, pero que hoy, en su tercera acción en la capital catalana, ha ido más allá y ha acabado ingresado grave en el hospital.