Carolina, rúbrica de campeona

Carolina Rodríguez ejerce de campeona dentro y fuera del tapiz. En el primero de los escenarios demostrando su clase, la que le ha permitido con 28 años seguir sumando éxitos y demostrando ante la élite mundial que el talento no se mide solo por el carnet de identidad. En el segundo agradeciendo a todos sus seguidores el apoyo que en los momentos buenos, pero también en los malos, han tenido con la gimnasta.

Nunca es mucho para agradecer el cariño que hacia la campeona de España profesan, en especial las niñas, las más pequeñas que ven a la leonesa como un ejemplo a seguir, un ídolo de carne y hueso a la que admiran, y también a la que tratan de emular.

Esa cercanía de Carolina con la gente quedaba ayer plasmada en un acto auspiciado por Drasanvi, la firma leonesa que ha hecho posible que Carol pueda ampliar su trayecto deportivo al menos hasta los Juegos de Río en 2016, y también con El Corte Inglés, escenario en el que durante más de dos horas la discípula de Ruth Fernández no paraba de firmar autógrafos, siempre con un gesto de cariño hacia quienes son su gran sustento.

Daba igual la edad, desde las más pequeñas hasta personal adultas, una a una fueron pasando al lado de la gimnasta, animándola a seguir, agradeciendo sus éxitos y, también, a hacerse innumerables fotos. También, claro está, a recoger un autógrafo, tarjeta de visita de la gimnasta que con cariño, sonrisas y más de un guiño de complicidad volvía a demostrar su cercanía, la de una gimnasta que sigue haciendo historia, superando las adversidades y demostrando que puede llegar a los Juegos en plenitud de facultades deportivas. Y con 30 años, algo inaudito en un deporte como la gimnasia rítmica en la que gran parte de sus representantes son adolescentes y donde superar los 22-23 años conlleva para muchas la retirada. No para esta leonesa que a fuerza de talento y amor propio mantiene su lugar entre las elegidas,las candidatas a pujar por una porción de gloria en el panorama internacional. Y ayer, en su tierra, León, y a punto de cerrar un 2014 excepcional, Carol tuvo tiempo para los ‘suyos’. Para firmar autógrafos con tinta de cariño.