España negocia la compra conjunta de nuevos fármacos de hepatitis C
Sanidad conversa con otros países de la UE para pactar adquisiciones centralizadas.
Representantes de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C durante su concentración.
El ministerio de Sanidad negocia la compra conjunta de los últimos medicamentos para la hepatitis C con otros países europeos. Lo aseguró ayer el ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, tras una pregunta parlamentaria del portavoz del ramo del grupo socialista, José Martínez Olmos. Entre las fórmulas que contemplan para estas adquisiciones, explicó Alonso, incluyó fijar un techo de gasto, pactar un precio por volumen o llegar a acuerdos de riesgo compartido.
«Nosotros trabajamos en la negociación estableciendo contactos con otros países europeos como ya se hizo con el ébola, donde los equipos de protección se compraron de manera centralizada en el marco de la Unión Europea», aseguró ayer Alonso, durante la primera sesión de control del Gobierno de 2015. Con estas negociaciones, explicó, pretenden «garantizar que el sistema tiene capacidad de incorporar innovaciones. Estas y las que vengan en el futuro».
En la actualidad, en España, solo está aprobado un cóctel de nueva generación, que combina los antivirales simeprevir y sofosbuvir. Pero muy pocos pacientes pueden acceder a él. Los dos medicamentos están disponibles dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) pero la guía que regula su prescripción por parte de los médicos solo contempla un uso combinado, el más efectivo, en casos muy concretos. Los afectados reclaman que se generalice porque no solo cura más, sino que además evita graves efectos secundarios.
Alonso recordó, precisamente, que ya existen unos Informes de Posicionamiento Terapéutico aprobados, y que habilitan el acceso al nuevo cóctel a un determinado número de pacientes. Estos documentos, aprobados a finales del año pasado, recibieron una dura crítica por parte de las sociedades científicas especializadas en hepatitis C. La Asociación Española del Estudio del Hígado, de la que forman parte la mayoría de hepatólogos del país, calificó estos informes de «obsoletos» y «excesivamente restrictivos», y recomendó a sus asociados no seguirlos.