COSAS DE AQUÍ
Nieve: bolas y bulos
Osos polares ante la Catedral, pingüinos en Botines y un osezno en la escalera de una casa de Prioro demuestran que el frío agudiza el ingenio
Se puede decir que el temporal de frío y nieve que ha atravesado la provincia, el más intenso de los últimos 25 años, ha dejado helado prácticamente todo menos el sentido del humor. Acostumbrados a que en este país se saque punta a todo, nuestro temporal no iba a ser menos. Poco después de que la nieve irrumpiera en la capital leonesa y la dejara como una sucursal de Alaska, comenzaron a circular curiosas imágenes en las redes sociales, como la de osos polares paseando por la plaza de la Catedral, eso sí, en dirección al Barrio Húmedo, como todo buen forastero que se precie, o la de pingüinos disfrutando a lo lindo en la plaza de Botines, ajenos a las tormentas políticas que se cuecen justo enfrente, en el palacio de los Guzmanes.
Pero si algo se ha llevado la palma es el falso oso de Prioro, o el perro que parecía un oso pero que luego no lo era, o lo que fuera que fuese ese animal que ha llevado el nombre de Prioro allende los mares. Después de que un vecino colgara la foto del supuesto osezno que se encontró a la puerta de su casa y que éste posara para la instantánea como una estrella de cine, la imagen corrió como la pólvora vía Internet. Rápidamente, medios de todo el país —no todos, también hay que decirlo— se hicieron eco de la noticia. No contentos con ello, las televisiones se plantaron en el pueblo con conexiones en directo para buscar las huellas del presunto oso. Montaje o no, los vecinos de Prioro han salido en la tele, y no porque llevaran cuatro días incomunicados y sin luz, sino porque el oso, aunque sea falso, mueve montañas.