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AMPARADO POR LA UNIVERSIDAD GREGORIANA

El Vaticano abre un centro para prevenir abusos sexuales

El Centro para la Protección de Menores educará a sacerdotes y obispos en la prevención y la tolerancia cero

Presentación del Centro para la Protección de Menores, en el Vaticano.

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EFE / ROMA

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El Vaticano ha inaugurado un centro de investigación y educación en Roma especializado en la formación del clero y los educadores, para prevenir y luchar contra los abusos sexuales a menores y personas vulnerables.

El Centro para la Protección de los Menores (CCP), coordinado por la Pontificia Universidad Gregoriana, según informa el diario católico italiano 'Avvenire', pretende ser punto de referencia mundial en la prevención del abuso sexual a menores y la ayuda a las víctimas.

Durante su presentación este lunes, el arzobispo de Boston y presidente de la Pontificia Comisión para la tutela de menores, el cardenal Sean O'malley, explicó que el objetivo es educar a todas las generaciones de sacerdotes no solo en la importancia de la prevención, sino también en la necesidad de la rendición de cuentas ante la justicia.

En este sentido, comentó que la Iglesia debe comprometerse "humildemente en materia de rendición de cuentas, transparencia y tolerancia cero". Así, comentó que abogados especializados en derecho canónico y teólogos están revisando propuestas legales para penalizar los comportamientos abusivos de obispos y superiores de órdenes religiosas.

Seminarios para nuevos obispos

Además, indicó que la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores celebrará seminarios para funcionarios del Vaticano, así como para nuevos obispos que visiten el Vaticano para que sean resolutivos y eficaces en los casos de abusos y que sepan cómo actuar con las víctimas.

O'Malley reconoció que los escándalos de abusos sexuales "rebajaron seriamente" la credibilidad de la Iglesia en sus tareas fundamentales de defensa de los derechos humanos, de los no nacidos y de los inmigrantes.

"Esto se debe en gran parte a la percepción de una falta de rendición de cuentas por parte de nuestro liderazgo, lo que ha hecho que muchas personas pierdan la confianza en nosotros y en la Iglesia --recalcó--. Tenemos que hacer todo lo posible por rescatar nuestra credibilidad.