España es país para drones

La orografía, la climatología, los recursos naturales y las infraestructuras energéticas hacen de España un país idóneo para una industria «potente» de fabricación de drones, un territorio cuya trayectoria regulatoria en este sector destaca entre las de «más proyección de desarrollo en el mundo», según expertos. La industria civil de drones en España «va viento en popa», con una legislación que data de julio de 2014, y que se reformará en breve para impulsar este sector de las aeronaves no tripuladas, que exige «estrictas medidas de seguridad» para su funcionamiento como cualquier aparato en aviación civil.

Así lo ha explicado el doctor ingeniero Israel Quintanilla, director del Título en Pilotaje de aeronaves tripuladas por control remoto (RPAS-drones) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en donde acaban de celebrarse unas jornadas sobre normativa, pilotaje y aplicaciones de estos aparatos, con la asistencia de más de 300 expertos, una cifra que da idea del peso que está adquiriendo el sector.

En España, desde la entrada en vigor hace sólo unos meses de la normativa sobre drones se han puesto ya en marcha 16 operadoras dedicadas a la prestación de servicios empresariales con este tipo de naves no tripuladas, ha recordado por su parte Quintanilla. La normativa española prevé dar luz verde en breve a nuevos aspectos regulatorios, como el vuelo de drones en ciertas zonas urbanas (algo que actualmente está prohibido), siempre y cuando se apliquen las más rigurosas medidas de seguridad, ha recordado el profesor de la UPV. Ello abriría la puerta a servicios tan ventajosos con estos aparatos como la inspección y vigilancia en tiempo real del estado de cúpulas y altos techos de edificios emblemáticos, tipo catedrales, sin poner en riesgo la vida trabajadores.

Múltiples usos

Quintanilla ha destacado el papel de la ingeniería aeronáutica que sustenta la construcción y pilotaje de los drones, además de la geomática en la adquisición y tratamiento de los datos a través de multisensores. Se trata de una tecnología multidisplicinar aplicable a todo ámbito y disciplina, como se ha insistido en las jornadas sobre drones recién celebradas en la Universidad Politécnica de Valencia. En las mismas, se ha destacado el peculiar entorno geográfico español de abruptos contrastes, con montañas de difícil acceso y abundantes costas, como espacio propicio para ser monitorizado desde al aire con drones, algo que previsiblemente dinamizará el desarrollo de su industria. Asimismo sus extensos bosques, susceptibles de incendios por una climatología muy calurosa, en donde estas naves pueden ayudar en el control de fuegos.

Estas aeronaves no tripuladas son aptas también para vigilancia de infraestructuras energéticas sostenibles, tan abundantes en España, como la eólica, cuyos molinos incluyen palas que pueden ser inspeccionadas incluso en movimiento por drones.

Además para control de instalaciones de alta tensión y comprobación de posibles pérdidas de energía con el uso de cámaras térmicas.

Asimismo para la toma de imágenes de movimientos de tierras, en minas; la vigilancia de inmigración; la cartografía en zonas de difícil acceso en donde no llegan los satélites o incluso el control cinegético de migraciones de animales, en lugar de utilizar sistemas de radiofrecuencia.