Cerrar

Gente de aquí | Juegos en igualdad

La misión de Tenacitas

La Fundación Isadora Duncan acerca la tecnología y la robótica a niñas y niños para contribuir a erradicar la brecha de género en este ámbito.

Las niñas son mayoría por primera vez en la ludoteca igualitaria de acercamiento a la tecnología y la ciencia.

Publicado por
ana gaitero | león
León

Creado:

Actualizado:

Tenacitas es un pequeño robot que duerme en la sala de informática de la Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan. Cuando todo el mundo está de vacaciones, a Tenacitas le toca trabajar. Tiene una misión que cumplir. No es un juguete sin más. Un grupo de niños y niñas acaban de llegar para aprender a programar su primer robot y encomendarle tareas. Va a ser sus ojos en las zonas no accesibles para la vista.

Es el primer ejercicio de acercamiento a la robótica en la ludoteca igualitaria organizada para acercar la ciencia y la tecnología a niñas y niños por igual. Se trata de una iniciativa que la fundación realiza desde hace varios años durante las vacaciones de Semana Santa y que también permite a las familias conciliar las jornadas de trabajo con los días de asueto escolar.

«Nuestro objetivo era que el 40% fueran niñas y hemos conseguido más del 50% por primera vez», apunta Judit Diez. Lo cierto es que el 90% del alumnado de informática en la ULE son varones y sólo el 10% mujeres. La brecha de género en la tecnología y la ciencia es una realidad sobre la que quieren incidir en Isadora Duncan desde hace tiempo. «Queremos que niñas y niñas aprendan desde el descubrimiento y fomentar las vocaciones científicas», explica.

Tecnología, programación, robótica, impresión 3D, juguetes solares y energías alternativas son algunas de las materias con las que se familiarizan en la ludoteca. Asimismo, se acercan a conceptos de ciencia, geología y química y descubrirán el papel de la mujer en la ciencia «para que vean que tienen relevancia y cómo algunas se merecían el Premio Nobel y no lo recibieron», señala. «Las cosas van cambiando. Al principio, el sesgo de género estaba muy marcado. Ahora hay más igualdad y las niñas prestan más interés por la cacherrería y prestan más atención cuando hay que discurrir y pensar», comenta Tomás García.

Cargando contenidos...