Diario de León

ANEJAS: OTRA FORMA DE APRENDER

Mi colegio es mi castillo

Los profesores de las Anejas convierten el centro escolar en una auténtica ciudad medieval, una iniciativa para introducir nuevas técnicas de enseñanza

Uno de los pasillos del CEIP Anejas de León decorado como una ciudad de la Edad Media

Uno de los pasillos del CEIP Anejas de León decorado como una ciudad de la Edad Media

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SUSANA VERGARA PEDREIRA | LEÓN
León

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«Mi casa es mi castillo», clamó sir Edward Coke en la Cámara de los Lores. El juez británico, uno de los miembros más influyentes del Parlamento de Londres, el pionero que lideró la defensa de la inviolabilidad del domicilio y se enfrentó al mismísimo rey, logró que el 7 de junio de 1628 se aprobara la Petition of Rights, la Petición de Derechos, que establecía garantías concretas para los súbditos que el rey tenía prohibido vulnerar. Un poco tarde porque mucho antes, en 1188, León había sido la cuna de esos derechos ciudadanos, reunidas por primera vez en la historia las Cortes en parlamento, en San Isidoro, ‘Memoria del Mundo’ como ha reconocido la Unesco.

Ahora, en León, un colegio es un castillo. Literalmente. Aulas, pasillos y despachos convertidos en una fortaleza. En eso han transformado los profesores las Anejas. Con pocos medios y mucho empeño. Una reivindicación de la escuela pública —tan castigada por los recortes y la filosofía política elitista del ministro Wert— y de la implicación de los profesores y los maestros, uno de los colectivos de funcionarios puestos en la picota.

Otra forma de entender la enseñanza y la relación con los alumnos. Un homenaje al valor de Coke y a la filosofía de Giner de los Ríos, don Francisco, pedagogo, filósofo, ensayista y promotor de la Institución Libre de Enseñanza. Un viaje en cartón piedra, cartulina y papel celofán a la Edad Media para encontrar las raíces. De la educación y de la ciudad.

No hay rincón en el colegio que no lleve a los alumnos al medievo. Almenas en los pasillos, ventanas convertidas en vidrieras, mazmorras pintadas en las paredes, castillos, calles con los oficios, blasones, mercados, reyes, damas, obispos, caballeros, juglares, romances, escudos, estandartes, dragones, antorchas, cadenas y hasta fantasmas. Una auténtica ciudad medieval dentro del centro escolar para comprender la importancia de esta era, que marcó la historia de León: sede episcopal, residencia real, capital de los reinos cristianos y primer ejemplo de parlamentarismo en la Europa occidental.

Para comprender la trascendencia de una época dominada por el oscurantismo, un tiempo de caos político y poder religioso, de batallas cruentas, intrigas palaciegas y grandes desigualdades sociales, diez largos siglos en los que también se crearon universidades, se levantaron grandes ciudades y surgió el románico y el gótico, los alumnos del CEIP Anejas han practicado juegos medievales, se han vestido de damas, caballeros y juglares, han recorrido la ciudad, visitado museos y convertido el colegio en un gran decorado medieval

Ha descubierto el siglo XXI lo que defendió como pionero Giner de los Ríos. Lo ponen en práctica en las Anejas.

«El insigne maestro propugnaba la transformación de las aulas, la necesidad de que la pequeña sociedad escolar y la grande respiraran un mismo ambiente, la urgencia de que el alumnado colaborara en talleres en los que el maestro sería solo un guía de trabajo y el alumno sintiera, pensara… estuviera vivo», explican en el colegio.

Nunca es tarde para reivindicar la memora de Giner, Coke y la historia de León.

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