La santa sigue caminando

«Ya es tiempo de caminar». Se apoyó en él y terminó su legado de fundaciones en los últimos años de su vida. El bastón de Santa Teresa no es sólo una reliquia de madera. Es todo un símbolo. La peregrinación mundial Camino de Luz lo ha llevado por veintinueve países y ya ha sido venerado por los fieles de media España. De madera de avellano al que se añadieron unos apliques de plata tras la muerte de la santa, está resguardado en una caja vidriada. El bastón comenzó la peregrinación en Ávila el 15 de octubre del 2014 y se ha detenido en los principales centros de las carmelitas descalzas en veintinueve países de los cinco continentes. Ha completado ya 117.000 kilómetros. El papa Francisco lo veneró el 11 de marzo en el Vaticano. «¿La vieja andaba en esto?», se preguntó. Finalmente ayer llegó a León.

El obispo de la diócesis de León, Julián López, recibió la simbólica reliquia en la Catedral y lo llevó hasta el altar mayor donde tuvo lugar el rito del rezo de vísperas de la solemnidad de San Pedro y San Pablo. La peregrinación partió después hacia el convento de las Madres Carmelitas Descalzas de la carretera de Asturias, donde se celebró una vigilia de oración.

Hoy, Camino de Luz continúa con la celebración de una misa a partir de las 10.30 horas en la capilla del convento de las Madres Carmelitas Descalzas, templo jubilar de este año Teresiano. Por la tarde, en la parroquia de San Lorenzo, a las 19.00 horas, oración y eucarístia para despedir el bastón que parte hacia otros lugares.

En una carta pastoral, el obispo califica a la santa de Ávila de «inquieta y andariega». En su carta pastoral, el obispo asegura: «No es un simple efecto usado por un gran personaje, como los que pueden admirarse en los museos. Es una verdadera reliquia, un objeto asociado a una persona santa o en vías de ser proclamada».

El 6 de junio de 1963 ya había estado en León la reliquia del brazo de Santa Teresa.