Una comisión investigará otra vez el siniestro del metro de Valencia

El día en que se cumplían nueve años de la tragedia, el Parlamento valenciano aprobó ayer abrir una nueva comisión para esclarecer las causas del accidente del metro de Valencia del 2006, en el que murieron 43 personas. El cambio de signo en el Parlamento, con un PP en la oposición que votó en contra, posibilitó que la propuesta conjunta del PSPV, Compromís, Podemos y Ciudadanos, que recogía las demandas de las víctimas en un compromiso preelectoral, saliera adelante para dejar atrás una etapa en la que, según la izquierda y C's, el PP «ocultó la verdad» y trató de forma «humillante» a las víctimas.

La primera comisión se cerró con el «exceso de velocidad» como única causa del siniestro y esta tesis era aún válida ayer para el PP. Así lo defendió el expresidente Alberto Fabra, ahora síndico popular, cuyo grupo se amparó en la «coherencia» para rechazar la nueva comisión.

«COMPRA DE SILENCIO»

«Mantener un error no es coherencia», le espetó el portavoz de Compromís, Fran Ferri, que recordó los «aleccionamientos» de los comparecientes de aquella comisión, el intento del expresidente del Parlamento Juan Cotino de «comprar el silencio de las víctimas» o la «manipulación» con la que la extinta radiotelevisión pública valenciana contó los hechos.

También se aprobó una proposición no de ley que incluye varias medidas reclamadas por la Asociación de Víctimas del Metro 3 de julio, como solicitar responsabilidades políticas en función del resultado de la comisión; instar al Ejecutivo a tomar medidas de seguridad o una auditoría sobre la gestión económica y la seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana.

Por la tarde, las víctimas celebraron la concentración número 105 y última para pedir «respuestas» por el accidente. «Nos vamos con la primera piedra de que la vía de responsabilidad política está abierta. Por fin tenemos un Gobierno que nos escucha», cerró el acto emocionada Beatriz Garrote, presidenta de la asociación, que por la mañana habló en el Parlamento tachando de «demagogos crueles» a los populares, a quienes culpó de una historia de «fracasos».

Con la plaza llena, habló también el periodista Jordi Évole, que explicó que «solo por hacer aquel programa de Salvados» valió la pena «dedicarse al periodismo».