EN BARCELONA
Cae una red que ganó 2 millones llamando a sus líneas de pago con móviles robados a turistas
La organización, de origen pakistaní, estaba instalada en Barcelona, Badalona y Santa Coloma
La Policía Nacional ha detenido a nueve personas en una operación que ha permitido desmantelar una red que robaba teléfonos móviles a turistas de Barcelona, que usaban para llamar a líneas de pago que controlaban y para venderlos, con lo que obtuvieron más de dos millones de euros de beneficio.
Según ha informado este viernes la Policía Nacional, pese a que en un principio se ha confirmado que el fraude asciende como mínimo a dos millones de euros, el representante de una empresa internacional de telecomunicaciones que denunció a esta red estima que el importe total de la estafa podría alcanzar los 50 millones de euros y haber afectado a cerca de 3.000 víctimas.
En la operación, que ha contado con la participación de Interpol, se ha detenido a cinco personas en Badalona (Barcelona), tres en Barcelona y una en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), acusadas de los delitos de estafa, fraude en las telecomunicaciones, receptación y pertenencia a organización criminal.
Según la Policía, los miembros de la red desarticulada, de origen pakistaní, se dedicaban a robar teléfonos móviles a turistas que visitaban Barcelona.
Una vez en poder de los móviles, los detenidos utilizaban las tarjetas SIM para llamar de forma masiva a números de tarificación adicional, tanto de España como del extranjero, controladas por una rama de la organización, asentada en Pakistán.
Además, modifican el número de identificación del teléfono (IMEI) para poderlos vender en el mercado de segunda mano, en países como Marruecos o Pakistán.
Según los investigadores, la red tenía un claro reparto de funciones, ya que un grupo de los detenidos se dedicaban a robar los teléfonos móviles, otro a llamar a los números de pago que controlaban y un tercero a vender los aparatos.
En la operación se han registrado seis domicilios en las localidades de Barcelona, Badalona y Santa Coloma, en los que la Policía se ha incautado 83 teléfonos móviles, 81 tarjetas SIM, seis ordenadores portátiles, 18 dispositivos de memoria, 16 tarjetas de crédito y 6.200 euros.
La investigación se inició en septiembre del 2013, a raíz de la denuncia de una empresa internacional de telecomunicaciones, que apuntó a la existencia de este supuesto fraude, lo que llevó a los agentes a descubrir la existencia de un grupo organizado de origen pakistaní, asentado en el área de Barcelona, que robaba móviles a turistas para llamar compulsivamente a sus líneas de pago y revender los aparatos en el mercado negro.