Méndez de Vigo consultará a los padres la obligatoriedad de los deberes en casa
«La política del Ministerio es escuchar», dice el ministro sobre la propuesta de Ceapa.
Deberes sí o deberes no. Es una controversia que no cesa y que resurge cada cierto tiempo. El ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, se comprometió ayer a discutir el asunto con la comunidad educativa. El titular del departamento considera «interesante» la propuesta de la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Ceapa), mayoritaria en la escuela pública, de suprimir las tareas obligatorias en casa que realizan los estudiantes, al entender que alarga la jornada hasta 60 horas semanales, algo inaceptable.
No obstante, la propuesta puede ser motivo de discordia, ya que la otra organización de padres de alumnos, la Concapa, con fuerte arraigo en la enseñanza concertada católica, está a favor de los deberes, siempre que no se sobrecargue al alumno. Méndez de Vigo no fue muy explícito sobre la cuestión, aunque sí advirtió que cada colegio tiene potestad para decidir los trabajos que exige al alumno. «Me parece que es un motivo interesante de reflexión. Yo creo mucho en la autonomía de los centros a la hora de impartir la enseñanza y si luego ésta tiene que ser completada o no con deberes», dijo el ministro. «La política del Ministerio de Educación es escuchar a la gente para ver qué es lo que se puede hacer», apuntó. La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), terció en la polémica y se distanció de la organización que pide la supresión de los deberes.
Para el director de Programas de la entidad, José Antonio Rodríguez, las tareas en el domicilio «contribuyen al asentamiento de la materia que se estudia en el centro». Con todo, la Concapa, que representa a 2,5 millones de familias, los deberes se deben adaptar a la edad del alumno. «Los profesores se deben coordinar para evitar una acumulación indeseada de trabajo. Los deberes no han de restar tiempo para jugar ni perturbar la convivencia familiar». Rodríguez no comparte con la Ceapa la opinión de que las actividades que se realizan en casa para reforzar el aprendizaje sean producto del incumplimiento del calendario escolar. No obstante, sí alega que «es verdad que el mínimo de días lectivos, que se cifra en 175, a veces se convierte en el máximo». Los detractores de este tipo de tareas argumentan que son fuente de conflictos.