La comarca de los ‘Remedios’

Es la Maragatería tierra de tradiciones y devoción. Alarde de costumbres y arraigado acervo cultural que ayer salió en procesión. El gris del cielo contrastó con los coloridos arcos florales que precedieron a la Virgen de los Remedios, patrona de la comarca. Luyego se engalanó para la ocasión y los mozos y las mozas se ataviaron con los trajes típicos para danzar y procesionar con La Maragatina.

Poco después de la una, la talla salió de la ermita y cruzó la pancarta que la honra. «¡Viva la Virgen de los Remedios! Patrona de Maragatería». Un sentimiento profundo que bailó al ritmo del tamboril, la dulzaina y las castañuelas. Fueron muchos los que cumplieron con el mandato de los perdones —las avellanas— procesionar, bailar y besar el manto de la Virgen.

Uno de los momentos más sentidos llegó con el tradicional canto del ramo. Además, cientos de velas rojas imploraban a María a la entrada de la colorida ermita.

Luyego se convirtió en un ir y venir de lugareños y visitantes. Las pulperas y las carnes, con sus ricos olores, anunciaban la hora de comer. Eso sí, después de bailar en el patio de la iglesia y rendir pleitesía con los saltos y danzas maragatas. El negro que reluce con las cintas, el traje que vive en la memoria y en la juventud. Sonidos de una comarca que camina al son de la Virgen de los Remedios y se sabe custodia del pasado y escritora del futuro. Luyego volvió a cumplir con el precepto. El segundo domingo de octubre lleva nombre y arraigo maragato. Eso ya es incuestionable.