La policía desaloja a los okupas del colegio mayor San Juan Evangelista
Las fuerzas de seguridad expulsan a 350 personas de las que 80 fueron detenidas.
El colegio mayor San Juan Evangelista, el mítico ‘Johnny’ que cobró fama por sus conciertos de jazz, fue ayer desalojado por la policía. La Universidad Complutense había alertado de los riesgos que acechaba al centro, donde además de colectivos de okupas vivían personas en situación irregular, lo que había convertido el edifico en fuente de numerosas trifulcas. La operación desplegada por las fuerzas de seguridad se tradujo en la expulsión de 350 personas, de las que 80 fueron detenidas por reclamaciones judiciales relacionadas con delitos contra la propiedad y su residencia ilegal en España.
En la intervención se requisaron pequeñas cantidades de cocaína, marihuana, hachís y pastillas alucinógenas, además de 25 perros de razas peligrosas y una decena de bicicletas del servicio de alquiler municipal de Madrid. Después de su desalojo, los okupas se concentraron en la zona para exigir explicaciones y manifestar su descontento por lo sucedido. Los agentes tuvieron que derribar las puertas pues las personas que se encontraban dentro del colegio mayor se negaron a franquearles la entrada.
La operación, en la que participaron más de 600 policías nacionales, se realizó a instancias del juzgado de Instrucción número 12 de Madrid, tras una denuncia presentada por la Universidad Complutense. La institución de enseñanza superior ha prometido recuperar el edificio y dedicarlo a fines culturales. El rector, Carlos Andradas, expresó su deseo de que el antiguo colegio mayor «sea de nuevo el foco de cultura, creatividad, libertad y diálogo que contribuyó a enriquecer la sociedad madrileña y española».
La universidad achaca el abandono al hecho de que Unicaja -empresa que, según la Complutense, tenía la concesión para mantener las instalaciones- «abandonó de manera unilateral» el edificio el 29 de julio de 2014. Unicaja, de su lado, negó que se desentendiera del ‘Johnny’, y subrayó que en julio del año pasado devolvió su gestión a la Complutense al concluir la concesión administrativa que existía.
En el centro se hallaba una familia con un bebé de siete meses de la que se hizo cargo el Samur Social. «Queríamos hacerlo cuanto antes porque dentro de un mes son las elecciones generales y además a las órdenes judiciales hay que darles cumplimiento», aseguró la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa.
El ambiente en la zona era muy distinto del habitual, donde cada mañana, a la salida del metro, se produce un ir y venir de estudiantes. Ayer la tensión era palpable. «Ya han conseguido lo que querían: echarnos a la puta calle. Muchas gracias España, muchas gracias Gobierno», gritaba una joven dominicana que llevaba siete meses alojándose en el colegio ahora desalojado.