La subida del coste del CO2 obliga a la industria a reducir las emisiones
El precio de los derechos del carbono impactará en los resultados tras la Cumbre de París.
Las empresas que más contaminan tendrán que asumir una factura mayor de la que hasta ahora pagaban a través del mercado de derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2). El precio que abonan las compañías sujetas a obligado cumplimiento por la normativa medioambiental —eléctricas, refinerías, coquerías, cementeras, siderúrgicas y papeleras— aumentará en los próximos años desde los mínimos en los que se han movido hasta hace poco tiempo hacia niveles previos a la crisis, cuando más alto cotizaban.
Las previsiones de los expertos apuntan que el coste de emitir CO2 puede dispararse hasta los 30 euros por tonelada, esto es, hasta cuatro veces más de lo que se abona ahora por ese mismo derecho, que se encuentran en los 7,6 euros.
Los cambios llegarán poco a poco tras la implantación de los acuerdos de la Cumbre de París, de la que salió un protocolo de actuación en la lucha contra el cambio climático en el que se estableció el objetivo de impedir que la temperatura de la Tierra aumente en dos grados, además de un programa de inversiones de 100.000 millones. Estas metas implicarán un nuevo panorama para las corporaciones que emiten CO2 y, por tanto, un cambio en sus cuentas.
Derechos
«El impacto en los resultados por los derechos del dióxido de carbono subirá», indica Mike Rosenberg, profesor de Estrategia de Iese. Todos los analistas insisten en que los actuales costes de los derechos no se mantendrán tan bajos. Hasta ahora, ha sido así «porque con la crisis y la caída de actividad económica, a muchas empresas que se les habían asignado estos derechos, al final les sobraban», explica Andrés Barceló, director general de Unesid, la patronal de la siderurgia. Los 30 euros son la referencia media que tomaban las empresas implicadas hasta 2008, cuando finalizó el crecimiento económico. A pesar de este descenso, a España le sale «caro» el exceso de emisiones, según el Observatorio de Sostenibilidad. Es, junto con Austria y Luxemburgo, el país que necesita comprar más derechos de emisión en proporción a su contaminación.
En el último año, ese coste ya ha aumentado un 29%. Pero «hasta que no alcance los 15 o 20 euros por tonelada no provocará que muchas compañías tomen medidas de calado para reducir sus emisiones», indica Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima. Estima que dentro de cuatro años, el precio de los derechos de emisión podría rondar los 15 euros.