Diario de León

Cosas de aquí y de allá | Investigación científica

Choque frío en la Antártida

Científicos exploran el riesgo de colapso en la mayor plataforma de hielo del mundo colindante, un paraje extremo situado a mil kilómetros del Polo Sur.

Las científicas Jenny Blamey  y Giannina Espina en el monte Rossman Cove.

Las científicas Jenny Blamey y Giannina Espina en el monte Rossman Cove.

Publicado por
M. Fuentes | Santiago de Chile
León

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Un grupo de científicos integrados en la Expedición Antártica Chilena estudian estos días las posibilidades de un eventual colapso en la plataforma colindante con el Glaciar Unión, un paraje extremo situado a mil kilómetros del Polo Sur. «El Glaciar Unión está en un punto colindante con la mayor plataforma marina de hielo de la Antártica. Si esta plataforma llegara a colapsar, esto tendría consecuencias climatológicas a nivel global», explicó el glaciólogo Francisco Fernandoy. Fernandoy viaja estos días a ese lugar, situado a 79 grados de latitud sur y que desde el año pasado alberga el campamento base de la Estación Polar Científica, operada conjuntamente por el Instituto Antártico Chileno y las Fuerzas Armadas de este país.

La parte oeste de la Antártica se está calentando, tanto en la superficie, por la exposición al aire, como en la profundidad, en contacto con el mar, y lo está haciendo a tasas mucho más elevadas que las que se registran en el resto del planeta. Los científicos están empeñados en descubrir a qué se debe este fenómeno y para ello Glaciar Unión ofrece unas excepcionales condiciones de estudio.

Fernandoy confiesa su pasión por este paraje extremo, que conoció por primera vez el año pasado y que contrasta con las zonas frecuentadas por los científicos en la Península Antártica, donde el clima es mucho más cálido y húmedo. «Ese lugar está alejado de todo, una vez que el avión nos deje allí, tendremos que ser autosuficientes», relató al describir esta expedición» que mezcla ciencia y aventura a partes iguales.

Escasa información

El hecho de que muy pocos científicos se hayan adentrado en esta remota zona del continente blanco hace que la información sea muy escasa. «Allá no hay estación meteorológica, no hay gente viviendo. Carecemos de datos en terreno que permitan verificar si la información captada por los satélites muestra lo que realmente está sucediendo», explicó. Fernandoy recuerda lo sucedido hace diez años con la barrera flotante de Larsen, una plataforma de hielo que se desprendió del continente antártico, lo cual produjo el desplazamiento hacia el mar de los glaciares que soportaba. Glaciar Unión es hoy por hoy la mayor plataforma de hielo de la Antártica, que es lo mismo que decir la mayor del mundo, considerando que la del Ártico es estacional, dado que aparece en invierno y desaparece en verano. «La diferencia es que estas plataformas de hielo marino que están adosadas a la Antártica sirven de tapón para que los glaciares que están sobre el continente no fluyan hacia el mar», detalló Fernandoy.

La Antártida es el único continente que no tiene habitantes naturales, y las pocas estaciones meteorológicas que hay están en las zonas costeras y guardan un registro de apenas medio siglo.

«Con esos datos no es posible determinar si los cambios que estamos observando ahora están ocurriendo de forma natural o son el efecto de la actividad del hombre». Por eso es necesario organizar expediciones científicas a lugares tan inhóspitos como Glaciar Unión. «Necesitamos ir más allá, ver si estas tendencias de calentamiento vienen ocurriendo antes de que el hombre empezara a desarrollar actividades industriales o no. De ahí la importancia de investigar en terreno». «Podemos reconstruir y predecir lo que va a ocurrir en el futuro pero para hacer eso, primero tenemos que disponer de información certera y fidedigna de lo que ocurrió en el pasado», concluyó.

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