Gente de aquí | La montaña oriental recupera sus tradiciones
Santos celebra con su Montaña
Prioro revive tras quince años la tradición de un cantamisano .
«Palomita, palomita, nacida en El Salvador elegiste cantar misa en un pueblo de León». Eran los primeros cantos de las de Tejerina, recibiendo a Santos Rafael Ramírez Chicas a la entrada de Prioro, donde, después de quince años, se volvía a celebrar la primera misa de un sacerdote, nacido en centroamérica, pero enraizado ya en esta tierra de la montaña leonesa donde todo, especialmente, la tradición, se vive de manera muy especial.
Como la tradición manda, se recibía bajo arco de flores al cantamisano y con los cantos de ramo se le acompañaba a la iglesia. Allí celebraba, antes sus padres, esa especial ceremonia, en cuyas palabras finales el cura del pueblo de Santos recordaba la figura del mártir «y santo» con opción por los pobres, monseñor Romero, con cuyo nombre e impronta llegó a León el joven seminarista salvadoreño.
La tradición se revivía en el besamanos y en el acto de honor a la salida, llevando en silla, alzada por gentes de lucha, al nuevo cura hasta su mayo, el de más de treinta metros, alzado hace ya unas semanas. Costaba creer que hubiera aún quien se atreviera a treparlo, y no fallaron: Sergio Pérez, el palentino de Velilla, lo hizo en menos de siete minutos; Peque el de Salio en poco más de nueve, pero «a pecho descubierto», como lo hacía su compañero riañés Hectorín. Y Víctor, el de Valderrueda, que no pudo mantener el ímpetu del primer tramo, que si no...