Rechazan los celos como atenuante en un caso de violencia machista

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 14 años de cárcel que le impuso la Audiencia Provincial de Barcelona a un hombre de nacionalidad china que acuchilló a su mujer en plena calle, tras rechazar los celos como atenuante de arrebato u obcecación.

«Quien se sitúa en el plano injustificable de la prepotencia y la superioridad no puede pretender que su conducta se vea beneficiada por un reconocimiento de la disminución de su imputabilidad o culpabilidad», dictamina el Supremo en su sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Julián Sánchez Melgar.

«Hemos dicho reiteradamente que los celos no pueden justificar la atenuante de obrar por un impulso de estado pasional, pues a salvo los casos en que tal reacción tenga una base patológica perfectamente probada, (...) las personas deben comprender que la libre determinación sentimental de aquellas otras con las que se relacionan no puede entrañar el ejercicio de violencia alguna en materia de género», recuerdan los magistrados.

Según los hechos probados de la sentencia de la Audiencia de Barcelona, ahora confirmada, el hombre, P.B., atacó en dos ocasiones a su exmujer, en abril de 2013, después de que en febrero del mismo año la relación que les unía finalizase por decisión de ella.

La agresión más grave, por la que se le condena a 9 años de cárcel por homicidio en grado de tentativa con la agravante de parentesco, se produjo en una calle de Barcelona, donde el hombre acuchilló a su expareja en la cara, el cuello, y el tronco, causándole un perjuicio estético que le afecta al desempeño de su profesión de camarera. A ello se le sumó otra condena de 3 años y 6 meses por lesiones con instrumento peligroso y otra de año y medio de cárcel por amenazas graves mediante mensajes que envió a su ex pareja.

Pide ser detenido

Un hombre de 42 años se entregó a la Policía Local de Guadalajara pidiendo ser detenido para evitar asesinar a su ex mujer, de 43 años. El suceso ocurrió el pasado fin de semana. La pareja había mantenido una fuerte discusión en el domicilio que durante años habían compartido en la calle Teruel, de Guadalajara. En el transcurso de la riña llegó a agredir a la mujer y después se dirigió al cuartel de la Policía Local para pedir su detención y evitar así males mayores. Al mismo tiempo, su ex esposa acudió a un centro de salud para ser examinada de las lesiones leves que presentaba y después, con el informe médico, acudió a la comisaría de la Policía Nacional para presentar una denuncia por malos tratos en el ámbito familiar.