En la memoria
Lo último de ‘Charlie Hebdo’
La revista satírica francesa reivindica su libertad con otra portada transgresora un año después de los atentados en su redacción.
La portada del número especial 1224 de la revista ‘Charlie Hebdo’.
«Un año después, el asesino anda suelto». Con ese titular la revista satírica Charlie Hebdo saldrá mañana a la luz en Francia en el aniversario del atentado yihadista que diezmó su redacción para vengar las blasfemias a Mahoma. El fugitivo ocupa la portada con un dibujo en el que aparece caricaturizado como un Dios barbudo, con el triángulo divino sobre la cabeza, un kalashnikov a la espalda y las ropas manchadas de sangre. Es la manera en que la publicación mártir reivindica su derecho a meterse con todo dios en nombre de la libertad de expresión y el laicismo militante.
«En 2006, cuando ‘Charlie’ publicó las caricaturas de Mahoma, nadie pensaba en serio que un día todo esto acabaría en violencia», escribe en el editorial Laurent Sourisseau, director del semanario donde firma con el seudónimo Riss dibujos como el del asesino huido. «Era impensable que en el siglo XXI en Francia una religión matara a periodistas», añade.
El humorista, que resultó gravemente herido en el atentado del 7 de enero de 2015, afirma que en aquellas fechas pensaban que las amenazas eran cosas del pasado. «Pero un creyente, sobre todo fanático, no olvida jamás la afrenta hecha a su fe pues tiene detrás y delante de sí la eternidad», escribe.
Como un rayo
«Es lo que habíamos olvidado en ‘Charlie’. Fue la eternidad la que nos cayó encima como un rayo aquel miércoles 7 de enero», agrega. «No son dos gilipollas encapuchados los que van a echar por tierra el trabajo de nuestras vidas y todos los momentos formidables que vivimos con los que murieron. No serán ellos los que verán espichar a ‘Charlie’. ‘Charlie’ será el que los vea espichar», concluye.
El número especial, de 32 páginas en lugar de las 16 habituales, tiene una tirada cercana a un millón de ejemplares, de los que decenas de miles serán enviados al extranjero. Incluye un cuadernillo con dibujos póstumos de los autores asesinados: Cabu, Wolinski, Charb, Tignous y Honoré. También figuran colaboraciones de artistas, escritores e intelectuales como Isabelle Adjani, Juliette Binoche, Charlotte Gainsbourg, Taslima Nasreen, Elisabeth Badinter, Russell Banks e Ibrahim Maalouf y de la ministra de Cultura, Fleur Pellerin.
Al borde de la quiebra en el momento del ataque terrorista que causó un total de doce muertos, Charlie Hebdo goza hoy de buena salud financiera pero se resiente de la falta de caricaturistas que cubran las bajas de los caídos. De los apenas 30.000 ejemplares de hace un año, ha pasado a vender en los quioscos unas 100.000 copias, incluidas 10.000 en el mercado internacional, a las que hay que sumar 183.000 suscripciones.Las tiranteces surgidas la pasada primavera en torno al reparto del dinero ya se han calmado.