Sexo seguro para evitar el zika
El Ministerio de Sanidad y las comunidades fijan la estrategia nacional.
Un científico australiano manipula un tubo con el mosquito que contagia el sika. bruna
colpisa | madrid
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas aprobaron ayer un protocolo de vigilancia epidemiológica de la enfermedad del virus zika. Su objetivo es prevenir posibles casos de contagio en España e identificar lo antes posible todos los que lleguen desde los países afectados en la actualidad. Aunque se trata de una patología menor, que no presenta apenas síntomas ni complicaciones médicas, la cautela es máxima porque se sospecha que puede estar relacionada con un aumento en el número de casos de malformaciones neurológicas en fetos cuando la contagiada es una embarazada en sus primeras semanas de gestación.
El protocolo incluye unas recomendaciones que ya estaban en vigor para otras enfermedades infecciosas como el dengue, que ahora se amplían para incluir al virus zika. Estas aconsejan a las embarazadas —o las que quieran estarlo— evitar durante 28 días las relaciones sexuales sin protección con personas que han viajado a zonas de riesgo, y ampliar este periodo a seis meses si su pareja ha mostrado síntomas —como fiebre o conjuntivitis—. Estos mismos plazos se aplicarán para prevenir las donaciones de sangre de las personas que hayan estado en los países en riesgo. «El zika, ya sea transmitido por mosquito o por relaciones sexuales, es una enfermedad muy leve y solo puede suponer algún problema a algunas mujeres embarazadas», asegura Fernando Simón, director del Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, aunque afirmó que los casos de contagio por vía sexual son algo absolutamente excepcionales. «Quiero que se entienda que todas estas medidas son preventivas, por exceso de celo a la espera de tener más evidencias». Todavía no está claro si el zika es responsable del aumento de casos de microcefalia en recién nacidos que experimenta Brasil, aunque los expertos creen que puede ser uno entre muchos factores implicados. Para un adulto, salvo casos muy excepcionales, los síntomas de la enfermedad son menores que los de un catarro.
«El protocolo de vigilancia tiene por objetivo la detección precoz de casos, ya sean importados o autóctonos, con el fin de establecer medidas de control vectorial lo antes posible y garantizar su correcto manejo para reducir los riesgos de contagio», explicó Elena Andradas.