La rebeldía de Lafuente
María Lafuente no decepciona a sus incondicionales en un desfile que culmina una década de trabajo Su colección Âme da rienda suelta a la imaginación
Pacho Rodríguez | madrid
La niña María Lafuente le hacía vestidos a sus muñecas. Esa es su particular toy story, que al final desemboca en los diez años en la pasarela madrileña que ayer celebró con un desfile en el hotel Eurobuilding de Madrid y con el que presentó su nueva colección llamada ÂME. Así cerraba la asturleonesa unas jornadas dedicadas al agradecimiento, al que se obliga con auténtica devoción, a los que han acompañado esta exitosa trayectoria que convierte a Lafuente en una de las diseñadoras más destacadas del panorama castellano y leonés y por extensión de España. Muchos de los amigos y seguidores de María Lafuente se acercaron ayer al pase de moda en el que como siempre confluyeron las claves de la creadora, que no hace falta enumerar si se resumen en innovación y sensibilidad. Pero antes de ÂME, y ayer era bueno recordarlo, hubo una todavía niña que descubrió en la moda todo un mundo de imaginación. Parece mentira, pero la María Lafuente de ayer se parecería tanto a la de hace treinta y tantos que se diría que en lo esencial sigue siendo la misma.
Lo que pasa, eso sí, es que lo de ayer llevaba tan implícito como explícito el glamur que reclama la Mercedes Benz Fashion Week. Y la elaboración de una colección en la que María Lafuente, una vez más, aporta como idiosincrasia propia multitud de aspectos. Incluso ella, aprovechaba para destacar detalles dentro de todo ese mundo que al final es ÂME. Hasta con la rabia que le da dejar fuera al último colaborador que haya participado. Con todo, la creadora leonesa remarcaba como novedad que «voy a sacar en el desfile el primer vestido de fibra de carbono y joyas con Dluxe Barcelona y el primer cluth (bolso de noche). Y medias con reflección con Cecilia de Rafael», enumeraba.
Las modelos con las prendas que hacen un guiño a la trashumancia. RAQUEL. P. VIECO
Como siempre, el público adicto a María Lafuente aplaudió con entusiasmo tanto las novedades como la continuidad. Así, no faltaron clásicos para la cita anual de la leonesa con el más importante de los encuentros sobre moda que se celebran en España. Su músico de cabecera, David Dalmau, los gallegos Norriss Glassess, con su handmade made in Spain con bolsos plegables y gafas coloreadas. O los pintores J.Morgan y Alberto Rodríguez Serrano, y el calzado de Ángel Infantes, el maquillaje de DNI y la peluquería llevada a cabo por Ángel Ostáriz. Y, por supuesto, el periodista referencia de la moda como es Nacho Monte. Y puestos a recordar, María Lafuente hablaba para Diario de León de esos años en los que uno no sabe ni siquiera si va a ser parte de sus sueños. Pero ella soñaba moda. Y luego la creó. A final, apareció una palabra nueva que encaja a la perfección en María Lafuente y que es su capacidad para ser una rebelde con causa, que no es otra que la de crear y trabajar sin descanso. Ayer, ÂME fue su nueva demostración. Y con la rebeldía reivindicativa de su tierra, ya que también se pudo ver lo que propone el leonés Alberto Díaz y su proyecto Made in Slow, con el objetivo de salvar la trashumancia de la oveja merina española.
Colores como el rojo, el negro y el crudo, con variaciones hacia vainillas, corales y nude; o siluetas fluidas y ajustadas combinadas, con formas arquitectónicas y geométricas que darán vida a cuerpos, trench, maxi jerseys y faldas con vuelo y midi fueron algunas de las características de lo que se pudo ver ayer y tanto se aplaudió.
Contraste de colores en las pasarelas del Eurobuilding. RAQUEL. P. VIECO