«No hay pastilla que te haga ser autor de tu vida»

carmen Tapia | león

Doctor en Filosofía y catedrático de Psicología Básica de la Universidad Complutense de Madrid, Helio Carpintero habló ayer de La vida en positivo , el título de la conferencia magistral del encuentro de profesionales de la psicología de Castilla y León. «Hemos perdido la libertad». En una entrevista con este periódico previa al acto, el filósofo sostiene que la calidad de vida que los aparatos electrónicos como el móvil han dado a la sociedad están en contradicción con el bienestar psicológico. «El móvil nos estresa y nos somete», asegura «y puede hacer a las personas más violentas». «Sometidos», «controlados» y «localizados». Para contrarrestar el malestar físico y psicológico, la sociedad está cada vez más medicalizada. «Recurrir a las pastillas, al alcohol o a las drogas no es la solución. Los efectos de las pastillas impiden que puedas ser el autor de tu propia vida. No es lo mismo una pastilla que la experiencia de sentir lo que se siente cuando se lee el Quijote. Si decides leer, el que mandas eres tú.».

Defiende un cambio en el método de trabajo de la psicología aplicada. «En estos momentos, hay un grupo de psicólogos que sostienen que nuestro trabajo no es tanto intentar resolver los problemas cuando aparecen sino fomentar la felicidad y la cara más positiva de la vida. ¿Qué cómo se consigue?. Trabajando con las personas para que sean capaces de ver lo que les gusta de su vida. No todo el mundo es consciente de que muchas de las cosas que viven cada día les hacen felices. Eso lo saben hacer muy bien las personas que han pasado por una experiencia traumática como una enfermedad; después saben ver las cosas buenas a las que antes no daban importancia».

Estar conectados desconecta del entorno. «Ves a parejas que están sentadas una al lado de otra y cada una con un móvil en sus manos». La clave, asegura, es ser consciente de que «yo soy más importante que mi móvil, porque si no es así, eres la pieza menos importante de ese teléfono».

Es consciente de que «la vida te lo pone difícil» y por eso cree que se necesita la ayuda de un psicólogo «para que te ayude un poco». Aconseja rodearse de emociones positivas como el amor, la satisfacción, la curiosidad o la admiración. «Para ser feliz uno tiene que tener un espacio propio».