El ‘año sabático’ no motiva a los docentes de León

carmen Tapia | león

El ‘año sabático’ al que tienen derecho los docentes de Castilla y León es en realidad un permiso parcialmente retribuido que tienen que amortizar los profesores que lo soliciten durante los cuatro años anteriores a su disfrute. Para los sindicatos la medida «es un fracaso», como la define Juan Miguel Alonso Vega, responsable de educación de CGT de León. «Es una opción más para que el profesorado descanse y se dedique a su formación», explica Jesús López, de UGT. Para la Consejería de la Presidencia, administración que los gestiona, es una medida «destinada a facilitar, entre otras actividades, la formación del profesorado».

Pero la respuesta de los maestros no ha cubierto las expectativas de la administración. La orden de convocatoria anual para este año preveía la concesión de 200 permisos para los funcionarios de carrera que imparten enseñanzas no universitarias en los centros públicos de la Comunidad, pero sólo se han solicitado 108.

Las perspectivas de mejora económica parece movilizar tibiamente a los profesores leoneses, que casi han cuadriplicado el número de peticiones para los próximos cuatro años, de los 5 que disfrutan este curso de un ‘año sabático, a los 18 que está previsto que lo disfruten en el curso académico 2019/2020, sólo el 0,45% de los 4.000 maestros y docentes de León. «Es un fracaso porque los docentes tienen que pedir el permiso cinco años antes de disfrutarlo y tienen que amortizar durante ese tiempo el dinero que van a cobrar después», explica Juan Miguel Alonso. La orden recoge que durante los cinco cursos escolares anteriores el funcionario percibe el 85% de las retribuciones que les corresponderían por el desempeño de sus funciones. «Desde Fete-UGT hemos defendido que el año sabático sea retribuido al 100% y no que se le descuente al que lo solicita progresivamente. En realidad, la administración sólo pone el 15%. El responsable de CGT llama la atención al hecho de que más del 90% de los trabajadores en Educación se jubilan a los 60 años. «Están quemados», argumenta Juan Miguel Alonso. UGT hace la misma interpretación. «Hay muchos conflictos. Los padres y las madres se meten cada vez más en la labor del docente, sobre todo en Educación e Infantil. Los castigos, los incentivos, los deberes, todo es motivo de crítica y eso quema mucho», asegura Jesús López. «las familias se ponen casi siempre del lado de los alumnos».