Europa se lanza en busca de vida en Marte
La Agencia Espacial Europa enviará este lunes un cohete para saber si el planeta es habitable y si alguna vez lo fue.
j. luis álvarez | madrid
El pasado azul y húmedo de Marte, y la posibilidad de que hubiera vida en su superficie, es uno de los objetivos de la primera misión del programa ExoMars, que partirá hacia Marte el lunes. La Agencia Espacial Europea (ESA) emprende con esta misión uno de los proyectos más complejos de su historia. «Es una misión impresionante, única, que pone a Europa dentro del esquema de exploración global de Marte», afirmó Alvaro Giménez, director de Ciencia de la agencia, durante la presenciación del viaje.
La misión ExoMars, que es una colaboración entre ESA y Roscosmos, está formada por el orbitador TGO (Trace Gas Orbiter) y el módulo de descenso Schiaparelli, que tendrá que posarse sobre la superficie marciana. El aspecto tecnológico es uno de los más relevantes de ExoMars, ya que el TGO es la nave más grande enviada por la agencia a Marte, con más de 3.700 kilos de masa, el peso de una furgoneta de mercancías de tamaño grande. Asimismo, se vuelve al sistema de una sonda que despliega un aterrizador, lo que no se empleaba desde las misiones Viking de la NASA en la década de los 70. Por este motivo, la nave triplica el peso de la Mars Express, tenía una masa en el lanzamiento de 1.000 kilos. «Esto implica que el módulo de entrada se tiene que separar tres días antes de la llegada de la nave al planeta,» según explica Silvia Bayón, ingeniera de sistemas del satélite, que añade que «TGO tiene que hacer una maniobra para no seguir una trayectoria de colisión con Marte y, tres días después, hace la maniobra de captura de Marte, que dura dos horas y consume la mitad del combustible». Lo necesario para desacelerar su velocidad, algo muy complicado con la tremenda masa que desplaza la nave. Los técnicos operarán lo aparatos desde la Tierra con un retraso de 24 minutos desde que se emite una orden hasta que se recibe en el sistema. Está previsto que durant el verano de 2017 la conjunción de Sol con Marte interrumpirá las comunicaciones durante un mes.
La misión científica comenzará cuando el TGO alcance su órbita a 400 kilómetros sobre la superficie.
Durante un año marciano (687 días terrestres) la sonda analizará la atmósfera del planeta y buscará respuestas a la pregunta de si llegó a haber vida en el pasado de Marte. «Hace 3.500 millones de años, había agua líquida en la superficie de Marte y, posiblemente, vida también», explicó Leo Metcalfe, responsable de operaciones científicas de ExoMars 2016. De hecho, el planeta rojo y la Tierra empezaron teniendo condiciones similares, hasta hace 4.600 millones de años.