León se la juega a los Eurogames

PABLO RIOJA | LEÓN

Hubo un tiempo en que no resultaba difícil ir directamente a prisión sin pasar por la casilla de salida y lo que era peor, sin cobrar las 40.000, e incluso advertir que Miss Scarlett asesinó al reverendo Green con el candelabro en el comedor. Todo perpetrado a plena luz del día, claro. Comías una y contabas 40 y la corriente siempre te arrastraba hasta el puente más cercano. No había pregunta de Trivial lo suficientemente complicada para El Primero de la Clase ni dibujo ilegible que algún lumbreras fuese capaz de descifrar. Incluso se aceptaban pulpos como animal de compañía. Luego, los videojuegos impusieron su ley arrasando el mercado como elefante en una cacharrería. Lo que sólo algunos visionarios fueron capaces de atisbar es que, en plena era digital, los juegos de mesa regresan de su particular exilio reconvertidos y como una opción de ocio que gana cada día más adeptos en España.

Unos juegos que se alejan de aquellos maravillosos 80 para apostar por nuevas aventuras donde la autogestión, la inteligencia y la estrategia tienen más peso que el mero azar. Hay diferentes opciones en el mercado leonés, pero los denominados como ‘Eurogames’ llevan la voz cantante. Nacidos en gran parte en Alemania, poseen unas características distintas de los anteriores: «las partidas no se eternizan, todos los jugadores llegan al final con posibilidades de victoria y cada partida es distinta a la anterior», como señala Joaquim Dorca, socio-director de Devir uno de los mejores conocedores del tema en España.

«Vivimos en una sociedad donde apenas hay tiempo para nada, necesitamos la inmediatez, que el juego no resulte pesado, que cada jugador pueda tomar sus propias decisiones, sea consecuente con ellas y al finzalizar quiera intentarlo de nuevo para mejorar», remarca. Títulos como el Catán, Carcassonne o Pandemia arrasan en tiendas especializadas y también —desde hace poco tiempo— en las grandes superficies comerciales de la capital. «En 2015, vendimos 1.000 catanes en León por los 600 del 2014», señala.

A nivel nacional, «la venta de Eurogames ha crecido un 400% en sólo cuatro años», remarca Ángel, responsable de Nivel 13, una de las tiendas más especializadas en este tipo de juegos dentro de la ciudad. «Cuando abrimos hace casi trece años ya hicimos un hueco a este mercado que arrasaba en Europa pero que aquí aún era muy minoritario». Tal era el desconocimiento en España que tanto Ángel como alguno de sus compañeros se dedicaron a traducir las instrucciones de diferentes títulos al castellano. «Ciudadelas fue el primer gran éxito, sobre entre los universitarios». A diferencia de otros productos, estos juegos no se venden sólo en la campaña navideña, sino durante todo el año. Sólo en la mañana de ayer, Nivel 13 despachó cinco Eurgogames diferentes.

«La edad media del jugador ronda los 20 años, pero cada vez se amplía más el abanico», puntualiza Javier, de Elektra Cómics León, otro de los espacios que más saben de Eurogames o juegos de mesa modernos. «La gente necesita sociabilizar y también competir, esa una de las claves de su éxito». El precio de mercado de estos juegos va desde 10 euros a 100, pero la media ronda los 20 euros.

De padres a hijos

El ocio en casa se impone. La crisis, Internet o la televisión a la carta tienen parte de la culpa de este cambio de tendencia en los hábitos de los españoles. Isaac Pedrón Rodríguez es uno de tantos leoneses que han hecho de los Eurogames su particular hobbie. Atesora más de 20 y su caso es un claro ejemplo de cómo esta nueva tradición ya se transmite de padres a hijos. «Mis hijos juegan a títulos como el Cartagena», dice. Y es que los Eurogames también se dividen por categorías. Los hay sofisticados, familiar, familiar plus e infantil. «Todo empezó por mi cuñado, que traía el Catán a casa y me enganchó las posibilidades que ofrecía, no se parecía en nada a lo que yo había visto». Pronto Isaac comenzó a buscar otros títulos. «Navegando por Internet encontré foros y blogs especializados. Ahora suelo comprar un par de ellos al año», confiesa. También su mujer y parte de sus amigos se han enganchado a esta moda. «Al final te permiten pasar un rato agradable, son la excusa perfecta para juntarte en casa con unos cuantos», subraya.

Si la tendencia continúa, los Eurogames pronto coparán las estanterías principales de jugueterías y establecimientos especializados relegando a los juegos de mesa clásicos a un segundo plano. Una vuelta de tuerca que, lejos de lo que muchos creen, no es cosa de ‘frikis’ ni minorías, sino que están llamados a convertirse en los nuevos Monopolys, Hotel, Lince, Party, Pictionary... Aunque siempre habrá un estante para los jugadores más nostálgicos.