La alergia al polen se modera

PABLO RIOJA | LEÓN

«El polen llegará esta primavera a León sin avisar y con una previsión de incidencia moderada», según comunicó ayer la especialista en alergología de la Clínica San Francisco, Begoña Blanco Reinosa. Las cuantiosas lluvias que ha dejado el invierno —que todavía se extienden en la actualidad con el cambio de estación— harán que los alérgicos puedan vivir unos meses del año «más tranquilos» pero sin olvidar que «habrá picos intensos», como recordó la doctora durante la presentación de la nueva campaña para informar sobre la alergia al polen, en la que se distribuirán 5.000 folletos con consejos y medidas preventivas en centros educativos y edificios municipales de la ciudad.

Blanco Reinosa incidió en la importancia de tomar medidas preventivas. «Los pacientes han de saber, antes de nada, cuál es el tipo de polen que le afecta y qué medidas debe tomar en cada caso. No todos los pólenes comienzan en primavera, hay algunos activos desde enero».

Según las previsiones, el polen que más afectará en León este año será el de ciprés y el de las gramineas. La contaminación, los nuevos hábitos de vida y el uso desmedido de fármacos han provocado que la incidencia sea mayor en la actualidad. «La alergia no se hereda», aclaró la alergóloga, pero «sí se hereda la predisposición. Además, en función del clima en cada zona se pueden desarrollar alergias a lo largo de la vida, no sólo cuando se es joven», aclaró.

estudio previo

Los alergólogos recomiendan a los ciudadanos hacerse un estudio previo para determinar si tienen alergia o no, «porque en ocasiones se confunde la rinitis alérgica con otros síntomas». Entre los consejos que dan los alergólogos destacan el cerrar las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la tarde, ya que son los momentos en los que la concentración de pólenes en el aire es más elevada; al desplazarse en automóvil, no bajar las ventanillas e instalar filtros especiales en el aire acondicionado; evitar los paseos por el campo durante la polinización y sobre todo cuando el tiempo es seco y soleado; reducir al máximo las actividades en el exterior de 5.00 a 10.00 horas y de 19.00 a 22.00 horas; no cortar el césped ni tumbarse encima; intentar no tender la ropa en el exterior los días en los que se registre una alta concentración de polen, ya que puede quedar en la ropa; utilizar gafas de sol y mascarillas faciales; no barrer ni utilizar el aspirador; y limpiar el polvo con una bayeta húmeda; lavar las frutas y los vegetales frescos antes de comerlos y, por último, tomar la medicación prescrita por el alergólogo y seguir todas sus recomendaciones.