INICIATIVAS SOCIALES
El bombero que enseña en el parque
Mohamed Ayub llega cada día al céntrico jardín de Pakistán donde le esperan 200 niños sin recursos
![El bombero Mohamed Ayub no falta a su cita para enseñar a los más necesitados desde hace treinta años. JAIME LEÓN](https://imagenes.diariodeleon.es/files/image_large/uploads/2024/01/20/65abc9e922c54.jpeg)
El bombero Mohamed Ayub no falta a su cita para enseñar a los más necesitados desde hace treinta años. JAIME LEÓN
Como cada día durante los últimos 30 años, Mohamed Ayub llega en bicicleta a un céntrico parque de Islamabad, donde unos 200 niños sin recursos esperan sentados en el suelo, entre libros, libretas y lápices, a que comiencen las clases.
Bajo un cielo que amenaza tormenta, los pequeños se dividen en grupos en torno a Ayub y sus ayudantes para escuchar lecciones de matemáticas y gramática, en un pulso contra el tiempo, la Policía y las autoridades para que los niños puedan salir de la pobreza con un futuro lejos de la violencia.
Bombero de profesión, de 58 años, estatura mediana y pelo grisáceo, Ayub comenzó a dar clases a un niño que limpiaba coches en 1986, pronto se unió otro estudiante, y poco después otro más y en pocas semanas contaba con 50 alumnos.
Desde entonces, miles de niños de familias pobres han sido alumnos del maestro Ayub y muchos de ellos han pasado los exámenes gubernamentales, estudiado en la universidad y encontrado trabajos dignos. «Mi idea es que estos niños no se conviertan en ladrones, bandidos o se unan a los terroristas. Quiero que se conviertan en ciudadanos respetables y lleguen a ser médicos o ingenieros», dijo a Efe el profesor, casado y padre de tres hijos.
Ayub llegó a Islamabad procedente de la localidad de Mandi Bahauddin, en la provincia oriental de Punjab, con poca educación y sin apenas recursos en busca de un trabajo con el que mantener a sus siete hermanos en 1976.
Tras realizar cursos de formación se unió al servicio de defensa civil y poco después al cuerpo de bomberos. En la rica capital paquistaní, Ayub quedó sorprendido por el gran número de niños que trabajaban o perdían el tiempo por las calles en horario escolar.
Tras indagar en ello, descubrió que muchos de esos pequeños trabajaban para ayudar a sus familias pobres y que otros no podían pagar las matrículas escolares.