JOSÉ MONCADA FUndador de la bolsa social
«Los problemas financieros llegan por falta de ética»
carmen tapia | león
El fundador de la Bolsa Social, José Moncada, defendió ayer la financiación participativa, dirigida a inversores y empresas «con valores». En su conferencia en León, dentro del Festival Mundo Ético, Moncada apostó por la inversión en empresas con un impacto positivo en el medio ambiente, que ya tengan un modelo de negocio y que estén potencialmente en crecimiento. La Bolsa Social es la primera plataforma autorizada por la CNMV y la única para hacer financiación participativa.
—¿Cómo funciona la Bolsa Social?
—A través de la Bolsa Social se invierte en empresas especiales que seleccionamos por su impacto positivo en la sociedad que sea medible. Las publicamos en la plataforma bolsasocial.com y los inversores pueden invertir a golpe de click a partir de una inversión mínima de mil euros.
—¿Qué ventajas tiene para el inversor?
—El inversor se convierte en propietario. Si la empresa va bien ganará y si va mal perderá. Si la empresa tiene menos de tres años hay beneficios fiscales y el inversor se puede llegar a reducir hasta un 20%.
—Dice que la idea es unir economía y ética, pero parece que actualmente no van por ahí los tiros...
—Efectivamente. La idea surge de que en la vida normal aceptamos la ética en nuestras relaciones con la familia y los amigos, pero con la decisiones económicas mueven como en una esquizofrenia en la que sólo cuenta rentabilidad, precio, beneficio y riesgo. A partir de la crisis nos damos cuenta de que buena parte de los problemas financieros provienen de la falta de ética. Cada vez más gente es consciente de cuales son las consecuencias en los demás de nuestros actos y empiezan a integrar la ética en sus decisiones económicas. En el consumo responsable,—no sólo en los precios sino en la procedencia de los productos—, en el ahorro — cada vez avanzan con más fuerza las finanzas éticas y crecen bancos como Triodos Bank— y en la inversión— cada vez interesa más en qué se invierte el dinero— o en qué empresas se invierte el dinero. Por eso se desarrollan estos proyectos. Y lo que más miramos en la Bolsa Social es el impacto social, que es invertir en empresas que tengan un impacto positivo en la sociedad del medioambiente. El inversor busca rentabilidad y, al mismo tiempo, que su dinero participe en un impacto positivo en la sociedad. Es un inversor con alma. No renuncia a la rentabilidad, pero que sea razonable siempre y cuando lo que invierta tenga un beneficio integral, que su inversión benefice a todos.
—¿A cuántas empresas financia ahora la Bolsa Social?
—La CNMV nos autorizó en septiembre del año pasado y lanzamos la campaña a finales de año y hemos cerrado la financiación a dos empresas por medio millón de euros de 140 inversores. Esas dos empresas son Nostoc Biotechnologies y a utopic_US. Tenemos más de 1.300 personas apuntadas a la plataforma de la Bolsa Social.
—¿De qué mal adolece la economía actual?
—De incentivos incorrectos. El beneficio a corto plazo sin considerar las consecuencias a largo plazo. Eso fue uno de los causantes de la crisis. El querer obtener resultados inmediatos. En España lo hemos visto con el mercado inmobiliario. Se hacían operaciones absurdas por la búsqueda de la rentabilidad inmediata sin darse cuenta de que estaban creando una burbuja inmobiliaria. Tienen que importar las consecuencias sociales y medioambientales de nuestras operaciones financieras.
—¿Cuáles son los sectores emergentes?
—La economía verde, renovables, agricultura y ganadería ecológica y todo lo que tiene que ver con la salud.